SMILE ━━ ʟᴜᴋᴀ ᴄᴏᴜғғᴀɪɴᴇ

ϲαριτυℓο ύиιϲο

Ahí estaba, observando el río con una mueca de frustración.
Hace algunas semanas que había descubierto que estaba enamorado. Pero no de Marinette o alguna otra amiga de su hermana, sino de una chica que conoció en un ataque de akuma un año atrás.

"—¡Cuidado! —. Fue lo único que escuchó antes de sentir un cuerpo estrellarse con él, mientras ambos caían y rodaban unos metros lejos del rayo. Seguido de eso, tomaron su mano y lo arrastraron hasta una tienda cercana para esconderse del peligro.

Cuando se recuperó del aturdimiento, levantó la mirada y miró a su salvador, o más bien, salvadora; era una muchacha de más o menos su edad, tenía piel morena, cabello castaño corto y rizado, y ojos ambarinos. Simplemente hermosa.

—Gracias por salvarme, soy Luka.

—Abigaile."

Desde ese encuentro siguieron en contacto. Poco a poco fueron tomando aprecio mutuo volviéndose grandes amigos. Lo más común entre ellos era salir y hablar sobre lo que habían hecho en el transcurso del día, mientras observaban el atardecer en el Liberty.

En fin, quería declararse. El problema es que no sabía si sería correspondido.

¿Dónde quedó el Luka seguro de sí que no temía expresar lo que sentía?

Oh, cierto, cayó por la borda. Al parecer el juntarse con Marinette tenía sus consecuencias, pues de vez en cuando, al estar con Abigaile, tartamudeaba y decía cosas sin sentido; sin contar que la actitud coqueta que tanto caracterizaba al amor de su vida no ayudaba para nada.

Otro de los problemas para la lista tenía nombre y apellido: Adrien Agreste. Ese niño rico también sentía atracción hacia su querida morena. Cada que tenían un ensayo de la banda y Adrien asistía, lo único que éste hacía era estar todo el rato pegado como garrapata con Abigaile.

¿Estaba mal si deseaba que no lo dejaran salir más de su mansión?

Da igual, de todas maneras ella no estaba interesada en Adrien... o eso esperaba.
Y aunque sí lo estuviera, no importaría, después de todo él es Luka Couffaine y estaba dispuesto a lo que sea para que Abigaile sea su pareja y nada ni nadie podría detener–

—¡A cenar, mis queridos marineros!

Bueno, mañana seguirá con su debate mental, por ahora le esperaba una rica cena.

[...]

Otro día, otro akuma.
Luka se encontraba practicando en su guitarra cuando Ladybug aterrizó frente a él solicitando su ayuda; al parecer, el akumatizado era implacable y no daba lugar a segundas oportunidades, por lo que la superheroína necesitaba a Viperion.
Una vez transformado, partieron hacia el origen del caos. Ahí encontraron a Chat Noir perdiendo en la pelea contra el villano.

Y mientras los héroes combatían, cerca de ahí, Abigaile corría buscando a Nathaniel; el chico se le había perdido después de que dieran la alerta akuma y toda la gente entrara en pánico (incluido su amigo), y corriera por su vida. Entre la distracción y preocupación no se dió cuenta de que el villano se encontraba cerca de ella hasta que fue tarde: el akumatizado la cargó cual costal de papas, la echó a su hombro, y voló hacia la punta de la Torre Eiffel.

Cuando llegó, la tomó de una mano y la extendió hacia el vacío.

—¡Denme sus miraculous o la soltaré! —gritó mientras una macabra sonrisa se formaba en su rostro.

Abigaile no gritaba ni se movía, lo único que hacía era aparentar que no se estaba muriendo de miedo.

—Todo es tu culpa, Nathaniel —susurró—, ¡No se preocupen por mí, ustedes acaben con él!