Después de conocerlo ¿Podrá llevar su vida igual?
Quizás el chico nuevo la logré enamorar, y con su llegada cambiar completamente su vida, y ocasionar reacciones en su cuerpo que nadie más lo ah logrado
¿Cómo va a ser su vida después de el?
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Oh por Dios! Me duele demasiado la cabeza.
-Emi!- dije dándole un beso.
-Buenos días preciosa ¿Te sientes bien?- negué con la cabeza.
-Me puedes traer una pastilla para el dolor de cabeza- me tiene que regresar el favor, cuando el estuvo mal, yo lo ayude en todo.
-Claro preciosa- dijo y se paró de la cama.
Mejor hombre obvio no existe. Entró a la habitación con un vaso de agua y la pequeña pastilla.
-Toma princesa- dijo dándome la pastilla, la puse en mi boca y Emi me dio de tomar un poco de agua.
-Gracias precioso- dije agarrandome la cabeza. -¿Qué paso ayer?- pregunte, realmente no me acuerdo de nada.
-Llegue al antro, me dirige hacía ti y me reclamaste por Adriana y le dijiste puta.- soltó una pequeña caracajada -Bailamos un rato, fuimos a tomar otro rato con los chicos, querías quedarte otro rato... pero dios tu ya no podías más, llegamos a casa te puse tu pijama y te quitaste tu pijama para ponerte mi playera.- realmente tome demasiado me arrepiento.
-Prometo ya no exagerar con el alcohol- dije tapandome con las cobijas.
-¿Qué vas a querer desayunar?- preguntó Emi, cheque la hora y ya era tarde eran las 12:00 pm.
-¿Vamos a comer tacos de barbacoa?- dije emocionada, todo lo que tenga que ver con tacos me encanta.
-Lo que tu quieras preciosa.- me paré de la cama y me fui a bañar, no me tardé casi nada. Después Emi se metió a bañar, y salimos de casa.
Salimos de mi departamento y nos dirigimos a los tacos riquísimos de barbacoa. Ojalá este chico no se canse de enamorarme, no soportaría que fuera así, me siento feliz con el realmente.
Llegamos a los taquitos y ordenamos la comida, empezamos a comer y Emi no quitaba la vista de mi. El lo notó.
-Eres linda cuando comes taquitos.- dijo e hizo que mis cachetes se tornaran rojo carmesí ¿El chico perfecto existe? Si, y está aquí, frente a mi y es mío.
-Y tu eres lindo en todos los casos, sabes te daría un beso en este momento, pero mi boca sabe a tacos.- dije poniendo un puchero.
-Me gustan los tacos, me gusta besarte, no veo el problema.- dijo para despues levantarse de su silla e ir a besarme. Detalles así hacen que me enamore más y más.
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