La princesa de la naturaleza.

La excursion

Su mirada triste hacia la ventana transmitía soledad, la profesora de teatro. Los otros dos profesores prefirieron la parte arriba del autobus.

Diría yo que a mi profesora de castellano prefiere la compañia de mi profesor de sociales.

La parte baja del autobús están un tercio de los alumnos de tercero.

Y arriba los que quedan, e incluso algunos tuvieron que bajar porque no cabían más.

- Oye...-una compañera me tocó el hombro, haciendo que le prestara atención.

- ¿Qué?

- ¿Sabes cuánto tiempo estaremos de excursión?

Sería unos meses, pero como no la quiero asustar pues...- en una semana.

Desvié mi mirada y lo posé en la ventana, odiaba mentir pero era lo mejor. La excursión consistia en intentar vivir en la naturaleza, más bien sobrevivir.

Podiamos tener unos sacos de dormir, mantas, y algunos recursos mas, como una navaja.

Estos jóvenes no tienen ni idea de la naturaleza, confunden el vivir con el sobrevivir.

El objetivo de esta excursión es, entrenarnos para la guerra. Los paises vecinos quieren conquistar el Green, nuestro pais. La razón es
sencilla, en estos paises, les excita la violencia pero, estos jovenes, a los que les llamo compañeros, no tienen ni idea.

Son tan inocentes del peligro, que ni siquiera se preocupan por su alrededor.

Lo más inesperado, es que, los padres, están dispuesto a esta excursión. No todos, pero no pueden hacer nada, si se rebelan, mueren.

Así qué lo has cómodo, es dejar a los hijos y confiar en ellos.

Yo no tengo padres. Mejor, me ahorro todo este problemón.

Por cierto, mi nombre es Ameera.

El autobús se paró.

- Bien...¡chicos!- llamó la profesora de Teatro, Kaila.- Ya hemos llegado.

Cogí mi bolso de cuero y me levanté esperando para salir.

- Hola, Ameera.- saludó una compañera con su sonrisa inocente.

- Hola, Brenda.- devolví el saludo, su sonrisa me parecía muy falsa, seguro que guarda alguna máscara.

- ¿Estás nerviosa?-preguntó con entusiasmo.

- No.

Quería salir ya, pero sólo había una puerta. Estar al lado de Brenda me producía mucha desconfianza, hay algo de ella que es desagradable, mucho.

- ¿Sólo tienes eso?-observó mi bolso, nos movimos un poco.

- Sí.

La razón por la que estamos tardando tanto, era que los profesores estaban contando a los alumnos.

Brenda tiene el cabello rubio oro, de ojos verdes profundos y oscuros, la boca pequeña y delicada. Era bonita. Muchos chicos se rendía a sus pies.

Tardé unos cinco minutos para salir.

- Eres el número 67, ¿vale?-me dijo la profesora de castellano, Bibiana.

Asentí.

Luego el de sociales, Tomás, me entregó una pulsera.

- Debes llevarla puesto, no te lo puedes quitar.-su era firme y autoritario, no admitía replica.- ¿Entendido?

Asentí otra vez, me dejó marchar después de ponerla.