- ¿Estas seguro de esto?- Preguntó por octava vez a su compañero que estaba arto de sus inseguridad en este momento. Dedicándole una cara de "ya basta" - Lo siento. Yo no sé si seré capaz de...
Él lo sabía. Era una gran carga pero ya no tenían opción.
Si querían salvarlos debían de hacerlo, aunque sabían que no era el camino correcto, ya no tenían alternativa.
- Yo...
No lo dejo terminar. Le dió una cachetada no tan fuerte, pero si hizo que el albino se acariciara la parte afectada. Lo miro por varios minutos. Y entendió que era la única manera
- Se que es difícil de hacerlo. Pero tú eres el único que puede lograrlo. - Dijo su compañero sabiendo la gran carga que tenía el albino. Quería ayudarlo de cualquier modo pero no podría. Sus manos estaban atadas, literal, tenía esposas sólo era cuestión de tiempo para que ellos lo localicé
- No puedo hacerlo...-
- ¡Atsushi!- Le grito - Si puedes si quieres cambiar el destino de ellos, tienes que hacerlo. - Le respondió. Si pudiera él le habría dado un abrazo. Pero no podía. - ¿Quieres verlo en la cárcel de nuevo? ¿Quieres verlo morir una y otra vez? - El negó la cabeza, mostrando en sus ojos unas pequeñas lágrimas que querían salir. - Se que es muy duro para ti. No quiero que cargues con todo esto tú solo pero ya no hay tiempo. No puedo seguirte ¡Hazlo por favor Atsushi-kun!
El entendía a lo que se refería. Sabía la carga que lleva en sus hombro, pero si quería verlos con vida y en libertad tenía que hacerlo.
Un sonido de pistola de hizo presente. Significando una cosa: ellos ya estaba aquí.
- ¡Vete de aquí!- Respondió, entregando una pistola gris a su mano al mismo que lo empujaba para que se fuera. - Yo los distraerse atsushi cambia nuestro destino.
El albino no quería pero el castaño le insistía que se fuera solo era cuestión de tiempo para que ellos llegarán. Con dolor y pena atsushi dejo el lugar con una lágrimas derramadas se despidió que alguna vez fue su mentor.
De inmediato unos hombres entraron armados e informado de policías de color negro con azul. Apuntando le con sus armas al castaño.
- ¿Donde esta el chico?- Preguntó el líder de escuadrón. El castaño sabía que ya no tenía opción, pero si al menos una vez en su arturida y tragica vida pudiera hacer algo bien. Lo haría - ¿Dónde está, Dazai?- Preguntó al ver que no respondió en vez de eso sonrió.
Pero su sonrisa no duró bastante por qué un aura naranja rojizo apareció en su cuerpo, golpeándolo en el suelo dos veces, hasta la tercera que lo mantuvo preso en el piso.
No podía moverse y conocía perfectamente quien pertenecía esa habilidad.
¿Por qué?
El que es jefe de escuadrón se hacerco hacia él con una sonrisa en el rostro por ver la exprecion que tomo en el rostro de su fugitivo.
Lo habria notado después de todo.
- ¿Lo reconoces, verdad?- Dazai no contesto intentaba mostrar una cara monótona - A ver si con esto lo harás..- Chasquo su dedo menos de cinco segundo una persona había llegado a su lado, por primera vez Dazai mostró una expresión de ira y preocupación.
Quiso levantarse pero no podía, es como si la gravedad estaba en su contra.
- Veo que si lo reconoces ¿No es así Dazai?- Le respondió el jefe hacia el fugitivo
- ¿Que le hiciste?- Hablo por primera vez con tanta rabia sino fuera por el poder del peli naranja ahora estuviera muerto - ¡Chuuya!
- Ya veo por fin capte tu atención ¿No?- Mientras él hablaba con Dazai había mandado a otro escuadrón por el chico. Su mayor prioridad era encontrarlo y matarlo, el había rompido la ley más sagrada que tenían. - ¿Donde esta el chico?
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Una Nueva Oportunidad
FanfictionAtsushi Nakajima un miembro de la Agencia Armada de Detectives, habían pasado años desde que ingreso a esta. Había pasado por varias adversidades pero lo que llegaría no era comparación a lo que una vez experimento. Una única oportunidad, una única...