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- Todos moriran... - Repitió de nuevo

El silencio ibandio, la tensión había aumentado. ¿Acaso el chico tigre había perdido la cabeza? ¿Es una clase de broma? ¿Que conseguía con ello?

Eran los pensamientos de los presentes.

- ¿Atsushi-kun que quieres decir?- Se atrevió a preguntar Dazai, no quería pensar que su amigo halla perdido la cabeza. Quería saber la verdad

Un suspiro y silencio. Indicando que no quería hablar, o no por ahora

- Atsushi- Musita kyoka quería ver su sonrisa amable de su amigo. Tenía un mal presentimiento, quería ayudarlo.

Como el hizo con ella. Quería darle un abrazo, un apoyo.

Sabía perfectamente cuando uno no tiene a nadie, estando solo en la oscuridad, por eso ella quería ayudarlo en todo lo que pueda.

Suspiro

- Maldito bastardo ¿Puedes hablar? ¿Crees qué con solo el silencio se solucionada todo? Pues no idiota. ¿Que esperas? ¿Tienes miedo? ¿Vergüenza? ¿Orgullo? Bueno ese último nunca lo has tenido.

- Quién sabe. - Comento pesadamente sin mirarlos, claros. Algo que akutagawa notó, apretando más a Rashamon.

- ¿Qué acaso no puedes vernos a los ojos? - Comenta. - Todo este tiempo has evitado que nuestras mirada se conecte ¿Ahora está asustado? Ja si que eres un maldito cobarde, Jinko.

- Tal vez si. Tal vez no - Intentó forcejearce para salir, podía usar sus garras pero no quería hacerlo - ¡Sueltame! - Exigió

- No, hasta fue nos digas ¿Que está pasando?

- No necesitan saber nada. Sólo ignoren esto y ya.

- Atsushi... ¿En serio que pasa?

- Les dije que nada.

- Ayaja. - Intervino Chuuya estaba arto que todo lo que decía el albino siempre era incoherencia - Si no pasa nada como dices - Lo decía mientras hacía comillas con sus dedos - ¿Por qué escapaste? Si no tenías nada que ocultar, ¿Por que corriste después de vernos? -

- Son mafioso como iba a saber para que me querían. - Se defendió el albino.

- Si cuando mencionamos a Dazai. Si que te quedaste tranquilo ¿No? Jinko - Recordando que al mencionar a su ex mentor se alteró más - Además de tu maldita fiebre. - Expreso.

- ¿Fiebre?

- Si. Cuando lo atrapamos la primera vez, comenzó a toser fuertemente ocacionando que escupiera sangre en su boca y una fiebre intensa. - Le dijo a dazai.

- ¿Atsushi estás enfermo?- Preguntó Dazai pero no creía que tal enfermedad le halla alterado bastante como para huir. Debía de ser otra cosa. - ¡Déjanos ayudarte!

- Claro como no. - Dijo con evidente sarcasmo, debía de mantener esa postura.

Quería no sufrir. Que su corazón no siente más miedo, que sea más fuerte que el hierro.

- Además de que su ropa cambio. - Dice chuuya remarcando lo más obvio, aunque nunca lo admitiría si le quedaba ese look. - ¿Como sabías lo de la misión?

Se rió. Cada vez era inevitable decir eso

- Es un secreto. Y aunque se lo digas, no lo creerán de todas formas - Suspiró

- Ya me arte de tus estupideces- Akutagawa arto de sus palabras, golpeó varias veces contra el piso, hasta que le dió la vuelta, donde su cabeza apuntaba al piso, lo agitó varias veces solo para molestarlo.

Una Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora