Una chica inesperada

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Isabela Canamero

Todos se preguntaran que hago aquí, solo soy una chica que viaja por el mundo, eh visto cosas increíbles en distintos lugares hace un tiempo conocí a una chica llamada Julieth que viajaba con su pequeña amiga Elizabeth; me contaron una historia asombrosa sobre el amor y la traición, la verdad me sentí mal por la pobre chica que tuvo que decidir por el bien de sus dos grandes amores.

                Se preguntaran quien soy, solo soy un vistazo del futuro alguien que no desea que esta historia no hubiese sido real; solo soy como el viento y un fugaz recuerdo de aquellas chicas que llegue a considerar verdaderas amigas, solo tenía 19 años cuando las conocí viajamos juntas por un tiempo; nos encontrábamos en una planicie verde con algunas flores, poco a poco mientras nos sentábamos cerca de la fogata escuche por primera vez su nombre…

-          ¡Entonces lucha por el! – exclamo Julieth

-          Los se es por ello que me eh escapado Julieth, recuerda que pronto cumpliré los 18 soy mayor que ella.

-          Para mi sigue siendo el, se ve como un chico, debe actuar como tal. Además esa tía que lo acompaña siempre no me da buena espina pareciera que Kim solo tiene ojos para ella cuando está cerca.

-          Lo se Isa dime que puedo hacer…

-          ¡es una chica! – exclamé atónita

-          Si lo es, Kim mi prometido es una chica

Estaba completamente atónita quería oír el resto de la historia para ser sincera y así fue me la contaron.

-          Hace un año conocí a Kim, era su cumpleaños, era como si hubiese encontrado el amor en un cuerpo de chica; era más alta que yo, sus ojos grandes y alargados, tenía un aroma tan hipnotizador. La verdad nos comprometieron sin que nosotras lo consintiéramos ella tenía que fingir ser el chico para guardar apariencias incluso le cortaron el cabello y ocultaba su feminidad entre sus ropas aunque le sentaba muy bien; ese día conocí a mi rival, su acompañante la cual lo seria hasta el día que ella cumpliera 18 años cosa que pasara en unos meses, no quiero perder contra ella. Ese día Salí con Kim a montar ella es tan delicada y amable además sus cumplido lograrían enamorar a cualquiera. Cuando obscureció  nos quedamos cerca de un lago cercano y sin pensarlo nos besamos, sentí millones de cosas pero cuando la observe ella solo estaba sonrojada pasamos las mejores cosas juntas.

-          Entonces vas a buscarla por que la amas.

-          Si la amo. Además no quiero perder contra aquella rubia que de seguro me va ganando  pues la ha tenido casi por seis meses para ella sola.

-          Calma entonces todo está bien.

Después de una noche sentadas hablando de esa chica comencé a sentir repulsión por ella, para ser sincera aun creo que está jugando con esas dos chicas enamoradas, eso se los dejo a ustedes. Que opinan ¿nuestro príncipe Kim está jugando con ambas señoritas o solo no sabe que sentir?

Pasaron los días y llegamos a aquel reino parecían las cosas muy innovadoras, había algunos arquitectos en las calles, artistas vendiendo sus pinturas, muchas damas paseando con sus hijos y esposos; al llegar nos recibieron unos guardias muy atentos con su brillantes armaduras-

-          Por aquí señoritas hace tiempo las esperamos.

-          Esperarnos ¿Por qué? – exclamo Julieth

-          Lo que pasa es que nos informaron que mi bella dama venía a verme. –  aclaro uno de los guardias que se acercaba en un caballo enorme color negro.

-          ¡Kim! Te eh extrañado.

Estaba completamente confundida pero cuando bajo de aquel caballo y se quitó el casco pude ver su hermoso cabello tan solo un poco largo, esos ojos negros que enmarcaban su hermoso rostro. Cuando levanto a Elizabeth en brazos dándole vueltas; al fin me di cuenta era aquella chica que me habían mencionado pero definitivamente parecía un chico y la trataban como tal.

-          Lleven las pertenencias de estas señoritas les daré un recorrido por nuestro pequeño reino.

-          Gracias mi amor – dijo muy emocionada la pequeña princesa mientras tomaba del brazo a aquella joven. – por cierto ella es Isabel nos ha acompañado es muy buena amiga.

-          Cualquier amiga tuya es mía también.- me dijo mientras me daba la mano, definitivamente inspira confianza.

Anduvimos caminando por las calles los aldeanos se veían contentos con los cambios y los pequeños restaurantes se veían llenos de parejas y familias. Un bello lugar con encanto, cuando llegamos al punto del rio que cruzaba la ciudad; pudimos ver no muy lejos el castillo, donde las tierras a su alrededor había campesinos trabajando, y una pequeña escuela que se alzaba; entonces la vimos venir Elizabeth se puso molesta. Julieth me observo con esa mirada de ayúdame si pasa algo.

-          ¡Aún sigue ella aquí!

-          Si, sabes que su contrato termina el día de mi cumpleaños.

-          ¡Kim! Acompáñame algo paso desaparecieron algunos campesinos

-          Puedes decirle al jefe de la guardia.

-          ¡A ese no le diré nada!

-          No te dijo nada malo; solo que te ama deberías hacerle caso

-          Venga acompáñame. Déjalas aquí sabrán llegar al catillo

-          No las dejare solas, además mi prometida vino a verme, entiéndelos Maskared debo cumplir y la quiero; sabes bien que entre tú y yo no hay nada más que una amistad no me exijas cosas. Y lo de los campesinos ya lo resolveré – le aclaro Kim muy seria

Aquella chica desapareció de nuestra vista muy molesta solo se detuvo frente a Elizabeth para decirle. – aun no ganas niñita, veras que al final Kim volverá a ser mía.

Definitivamente esto ya era una guerra entre ambas desde hace tiempo yo solo miraba esta escena con intriga un triángulo amoroso tan común pero a la vez tan lleno de preguntas; pasamos los mejores días en ese palacio Kim siempre atenta y amable, demostró sin lugar a dudas el cariño que le tenía a la pequeña Elizabeth; pero aun así me intrigaba lo que había pasado entre ella y Maskared una de las noches que aquella rubia entro a la habitación de Kim, de la cual jamás la vi salir. Esto lo eh callado aun. Un poco de futuro puede que todo cambie ya ven que el futuro no está escrito en una loza de piedra y que las decisiones son subjetivas; aun no veo el final de esta historia.

oGrandes desiciones, te convierten en...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora