<Mi nombre es Nina>

vivir

­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­el me observa con preocupación, debo lucir mal, porque me empuja a la cama de nuevo, me ayuda a sentarme, me doy cuenta que tengo otra ropa y estoy limpia

-¿hace cuanto estoy dormida?-

-hace tres días, te despertabas alucinando, algunos ratos-

-gracias por salvarme, gracias por todo, voy a pagarte de alguna manera-contesto

-no te preocupes por ello, solo hice lo correcto, pero tengo curiosidad, ¿Dónde están tus padres?¿dónde vives?  Me sorprende que después de tres días, en el pueblo no se hable de tu desaparición-

Lo ha dicho angustiado, está sentado a mi lado, como una madre junto a un bebe, pendiente de mis acciones, el tiene tantas dudas, es justo que yo le responda.

-no tengo un padre, el murió hace dos años, desde entonces mi madre se a vuelto una alcohólica, no se da cuenta de donde estoy, tengo una tía, pero nunca sale de casa, por cierto, vivo cerca de aquí, así que me iré pronto, no quiero ser una carga-

-¿piensas seguir así?- me regaña con el seño algo fruncido

-no te entiendo-contesto en voz baja

- esta vez, fui yo quien te recogió, pero pudo haber sido cualquiera con malas intenciones, eres una jovencita indefensa, ¿qué piensas bajando de esa forma?-apretó los puños de forma molesta

-morirme, yo pensaba vagar hasta morirme-

Siento su mirada, es una mirada compasiva, que, ni siquiera el sacerdote del pueblo me daría

-tu vida es dura pero debe haber alguien por quien quieras luchar, apenas tienes quince años, no hables como una anciana- sonríe gentilmente

-no tengo por quien vivir, no quiero vivir, pero la muerte me asusta, mi vida es un caos-agacho la cabeza entre mis piernas e intento no llorar

Entonces el toma mis brazos, acerca su rostro a mis rostro y con voz recia me ordena

-entonces vive para mi, sueña para mi, respira para mi, si no tienes a nadie, entonces vive para mi yo seré tu razón de vivir-lo miro asustada, pero sus ojos son honestos y puros, claros como la miel, la expresión de su rostro es una que hace muchos años jamás vi

-viviré para ti-digo abrazándolo, rodeando  con mis brazos, su la ancha espalda que me llevo a mi salvación.