Un chico especial/BL/Gay

Capítulo 5: Pecado

[...Elizabeth Carter...]

Advertencia, puede que este capítulo tenga relleno...

...

Eso, bye, espero que les guste. 

>>Kim<<

Thomas es perfecto, no lo digo en un ámbito sexual, más bien me gusta como hombre tras ver como a lo lejos sonríe mientras juega con niños de 3 a 7 años, seguramente será un magnífico padre cuando quiera dar ese paso con alguien a quien ame realmente, por ahora no me entusiasma demasiado dar ese paso con él, después de todo aún no estoy seguro de que esto funcione, más bien estoy en el punto de dejarme llevar y aceptar todo lo que me proponga para estar con él, claro, me siento un poco inseguro, no obstante, quiero intentarlo, ya se verá que tan mal resultará está relación o puede que si sea algo inolvidable.

Por ahora sólo veo como un importante hombre de negocios juega con niños, no puedo evitar sonreír al verlo sonreír por las cosas que hacen los niños, además su sonrisa parece sincera, las mamás de los pequeños sonríen y comentan sobre lo buen padre que será cuando tenga hijos, además también hablan sobre lo fiable que es la marca, les daba confianza tras ver a un hombre con una mentalidad diferente que a pesar de ser el jefe de toda las marcas, se da el tiempo para hablar con sus mejores clientes.

Claro que no era sólo Thomas el que estaba jugando, también había otros trabajadores que le hacían diferentes cosas para divertirlos, los niños estaban felices, había alrededor de doscientos y todos se emocionaban por los regalos que se les eran entregados por su asistencia, según lo que sé, fueron entregando invitaciones gratis por toda la ciudad, había niños de todos los niveles socioeconómicos, sin embargo, eso no los detenía tras ellos ver sólo a un nuevo amigo para jugar con el nuevo juguete que la marca lanzaba.

Thomas me miró desde lo lejos y sonrió tras ver que mi mirada estaba centrada en él, se acercó a mí mientras un grupito de niños corría detrás de él diciéndole "Tío Thomas" con lo que no podía evitar reír.

–Parece que te agradan los niños– le dije por lo que sonrió aún más– si tu padre no hubiera sido el dueño de esta empresa ¿Qué estarías haciendo ahora mismo?

–Estaría trabajando con niños, siempre me han agradado los niños, de hecho, cuando tenía siete años quería tener unos veinte hijos, pero cuando crecí disminuyó a unos diez– reí sin evitarlo.

–¿Sólo diez? –le pregunté divertido.

–Aunque si pudiera tenerlos contigo tendría unos cincuenta...– me mordí el labio viendo su sonrisa– aunque nada pierdo con intentar hacerte uno...– susurró en mi oído por lo que enseguida me estremecí sintiendo como mis mejillas se calentaban.

–Joven Patterson– le habló su secretaría acercándose a nosotros por lo que aproveché para escapar.

Bajé por el ascensor del edificio queriendo regresar a mi casa, Thomas estaría ocupado varias horas así que me fui hasta mi auto donde recibí la llamada de un número privado que ciertamente me provocaba desconfianza contestar, aunque respondí escuchando como mi madrastra se las había ingeniado para conseguir mi número, de partida comenzó gritándome por haber existido, me estaba culpando por el despido de mi padre señalándome como el responsable, yo no dije nada, guardé silencio escuchando sus tonterías antes de cortarle la llamada. Por supuesto que me habló varios minutos dejándome bien claro que ni me asomara por la casa, también me dio a entender que era un bastardo egoísta así que cuando iba a continuar le corté viendo el capó de mi auto.

Recosté mis brazos en el manubrio dejando salir un suspiro, cuando Thomas me habló sobre el despido de mi padre, sabía que algo así pasaría, yo no tengo la culpa de los errores de mi padre, ella sólo busca culparme de su mala suerte como antes solía hacer cuando era un niño, pero ahora ni por asomo dejaré que sus palabras me afecten como antes lo hacían.