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Así fue como la mañana del día siguiente, Ámbar se encaminó al aeropuerto donde aterrizaba el avión para intentar convencer al piloto. Al llegar se dió cuenta de un grave problema... ¿Cómo pasaría? Lo pensó muy bien pero nada le parecía una buena idea... Sería que tenía que pensar en un buen plan? Así que salió del aeropuerto decepcionada por no haber pensado en una forma antes, Pero al salir, justo atrás de la zona de despegue de los aviones donde se encontraba la torre de control, vio un hueco en el cerco de alambre, ¿Podría pasar? Era riesgoso, el cerco tenía púas y podía electrocutarla, pero no tenía mucho tiempo en pensar ese tipo de cosas, pronto el pater 3 sería destruido y debía evitarlo a toda costa. Ámbar pasó muy cuidadosamente reptando por el suelo, y en cuanto logro pasar, corrió hacia donde vio que estaba el avión que buscaba, el que era bastante reconocible, pero al hacerlo la seguridad comenzó a perseguirla. Ella no era muy atlética pero en ese momento su velocidad se lució y logró llegar a aquél avión. La puerta estaba cerrada y la policía venía detrás, La presión que sentía en ese momento era inconmensurable, pero justo a tiempo un viejo hombre abrió la puerta del avión. Ámbar se apresuró a entrar y usando toda su fuerza cerró la puerta del avión. El piloto la miraba atónito. Ámbar tomó una botella de vidrio y la quebró contra la pared, dejándola con un filo que podría herir al mínimo roce, y apuntó al viejo hombre con ella.
—Diles que me conoces!—grito ámbar con una voz agitada
—quien eres—respondió el viejo con miedo
—SOLO DILES—gritó la chica
La policía tocó la puerta del avión y ámbar se escondió, el viejo abrió la puerta y siguió lo que le había dicho la chica al pié de la letra.

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⏰ Última actualización: Jan 20, 2020 ⏰

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