Pasaban pocos minutos de las 17:20 del viernes y un risueño Youngjae caminaba de vuelta a casa.
Jackson, su mejor amigo, había venido desde China para pasar unos días en la ciudad. Decidieron quedar en el restaurante favorito de ambos y comer allí. La única pega es que este se encontraba algo lejos de su trabajo, así que había tenido que salir antes de lo habitual. Seguramente esto le costaría un poco de su sueldo, pero bueno, por un día no pasa nada.
Su almuerzo transcurrió repleto de anécdotas y recuerdos que compartieron el uno con el otro, además de una deliciosa comida que hizo que sus platos quedasen completamente limpios. Tras ello, se despidieron con un gran abrazo y se fue cada uno por su lado, ya que ambos tenían cosas que hacer: Jackson compraría algún que otro souvenir como regalo para su familia y Youngjae tenía pendiente un maratón de la serie a la que se había enganchado hacía solo una semana.
Definitivamente, lo había pasado en grande.
Bajó los escalones hacia la estación de metro y se dirigió a su parada, perdiendo por unos segundos el metro que acababa de llegar, por lo que tuvo que esperar unos minutos por el siguiente, cosa que no le importó.
Una vez en el vehículo, buscó con la mirada un asiento completamente libre, sin embargo todos estaban ocupados mínimamente por una persona, por lo que tendría que sentarse con alguien. De pronto divisó entre la multitud a Sook, su compañera de trabajo, quien dormía plácidamente con su cabeza apoyándose en la ventana. Una sonrisa se plasmó en su rostro y se dio prisa en tomar asiento a su lado antes de que aquel tren subterráneo se pusiera en marcha.
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Se encontraba jugando en su teléfono cuando el metro dio una inesperada y brusca curva. Fue en ese instante en el que Youngjae sintió una fuerte corriente recorrer su cuerpo, igual que si hubiera tocado un enchufe, provocada por la sensación de Sook apoyada sobre su hombro.
Sobresaltado y algo curioso, guardó el móvil en su bolsillo y volteó la vista hacia ella, para asegurarse de que se encontraba bien. Pudo comprobar que su compañera seguía durmiendo tan plácidamente como cuando llegó, lo cual hizo que un suspiro de alivio se escapara de entre sus labios, pero no que dejase de mirarla.
De alguna forma, el chico había quedado hipnotizado viendo como se revolvía para acomodarse. Contemplaba su tranquilo y maquillado rostro, en el que se formó una sonrisa entre sueños que se vio reflejada también en el de Youngjae. Observaba sus esponjosos y rosados labios, tan tentadores que despertaron algo en el joven. Algo que conocía muy bien, ya que lo experimentaba cada vez que se encontraba cerca suyo: deseo.
Deseo de besarla, de abrazarla, de amarla con todo su ser.
Sacudió su cabeza, tratando de disipar aquellos pensamientos de su mente. Resultaba inoportuno, además de indecente, atreverse a besarla dormida, en público y sin saber siquiera si sus sentimientos eran correspondidos.
Apartó su mirada de ella y la dirigió al sucio suelo del vehículo. Optó por que la mejor forma de contenerse era distrayéndose jugando de nuevo con su teléfono. Sin embargo, cuando se disponía a sacarlo del bolsillo, Sook volvió a removerse, dando a entender a Youngjae que se encontraba incómoda. Por ello, con gran delicadeza y cariño, la recostó sobre su regazo.
Podía notar los finos dedos de la chica acariciar su muslo, cubierto por la tela vaquera de sus pantalones, y el calor de su cuerpo en sus piernas.
De repente, el metro dio un bote, probablemente debido a un bache en las vías. Nada del otro mundo, no obstante, el joven rápidamente abrazó a Sook para protegerla de chocar contra algo.
Su corazón se aceleró al percatarse de lo que acababa de hacer, ya que había actuado sin pensar, pero permaneció en la misma posición, envolviendo a la chica con sus brazos. Amaba tenerla tan cerca.
En algún lugar de su corazón, ansiaba que despertara. Añoraba ver sus brillantes ojos castaños y escuchar su melodiosa voz de sirena. Pero quería permanecer así un poco más, quería disfrutar de aquella sensación lo máximo posible.
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2/3
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Underground (Youngjae OS)
FanfictionEl metro, un lugar ruidoso, sucio y apestoso... ¿Cómo puede ser que alguien pueda quedarse dormido en un sitio así? • En principio habría sido un OS, pero preferí hacerlo en tres capítulos, para que la historia se entienda mejor.