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¿No te dijo quien era?

—No, pero tampoco le pregunte. —

¿Porqué, Hyung?

—No me interesa saber.—

Pero va a salir con el chico, al menos debería saber el nombre.

—Dejaré que sea una sorpresa. —

—Usted es complicado. —

—Solo estoy aburrido, tal vez esto le de emoción a mi semana. —

Min YoonGi se encontraba acostado en su cama, sus ojos estaban cerrados y el teléfono estaba tirado al lado de su cara, hablaba con Jeon JungKook sobre la repentina propuesta que le había puesto Kim TaeHyung. (Y que no se atrevió a rechazar.)

Probablemente Park JiMin no sabía sobre esto ya que no fue planeado, pero ahora tenía una cita con una persona totalmente contraria a él. Aun así, una cita no haría mucha diferencia a menos que salga bien.

Bueno, pero al menos compórtese bien esta vez.

—¿Está vez?, yo siempre soy educado, mocoso. —

Se escuchó un suspiro desde la otra línea. — La última cita que tuvo fue con la chica rubia del primer grado, ¿Recuerda?

—¿y eso que tiene que ver?, esa cita fue hace meses. —

La hizo llorar, Hyung. La pobre Lalisa salió llorando del restaurante.

—Lo recuerdo, que maleducada. Se fue y todavía no traían la comida. —

Está vez se escuchó una risa. — No me puedo imaginar como será su alma gemela si usted es de esta manera.

—No hables de almas gemelas, son molestas. — YoonGi gruñó, todo aquel que le conocía sabía por seguro que Min detestaba el tema de las almas gemelas y cómo estás podían arruinar su vida.

Como usted diga, solo digo qué tal vez el destino le sorprenda. — JeonGguk tras decir eso finalmente decidió callarse acerca de ese tema, su Hyung era muy terco. — Así que.. ¿Cuando se verá con este chico?

—TaeHyung me mando un mensaje, al parecer quiere que lo vea en su fiesta de cumpleaños. — Y para eso, faltaban muy pocos días.

Aun así YoonGi no estaba preocupado del todo, le daba muy igual tener una cita que no le daría nada de recompensa. Desde tantos fallos en su pasado, detestaba que las almas gemelas arruinaran todo a su paso. Así que esta cita solo era un favor que cumpliría, sería lo más idiota posible para que por fin le dejaran en paz.

Y no muy lejos de la casa de YoonGi, se encontraba Park JiMin en el súper mercado.

A ese pequeño chico le había tocado hacer las compras, y al no saber conducir su hermana le ha llevado pero también le estaba acompañando.

—JiMin, cereal de aros. — La chica con cabello largo y brillante caminaba por el pasillo lleno de cereales, se suponía que ayudaba a su hermano menor (por meses) en la lista para comprar. — Este tipo de cereal es mejor que los otros.

—Yo siempre compró de los que traen frutita. — JiMin se negó rotundamente a comprar un cereal distinto. — Son nutritivos, tienen muchos colores, no tanta azúcar.. Y lo mejor de todo, la vuelta de la caja siempre tiene una sopa de letras distintas.

SooYoung soltó una risa ahogada y rodó los ojos. — Pero el cereal de aros con colores neutros, lleno de azúcar y juegos aburridos también es bueno, solo tienes que probarlo.

—No quiero, estoy bien con lo de siempre. —

—JiMin, hay decenas y decenas de cereales que podrías probar, solo cambia un poco la perspectiva. — SooYoung terminó por meter al carrito ambos cereales, en algún momento su hermano iba a tener que probarlos. Aun si tuviera que estar muriendo de hambre.

Park JiMin era un soñador total, amante de los arcoíris y los días brillantes. Come cereal con juegos y le gusta jugar con la leche de ese mismo. Park JiMin ama a las almas gemelas y Jeon JungKook era todo lo que necesitaba.

Así que hasta ahora, todo era totalmente perfecto. Tenía un enamoramiento en un chico guapo e inteligente, las mejores calificaciones, sus grandes lentes que caían por su nariz (aunque no le agradaran del todo), una vida totalmente feliz sin nube alguna que lograra opacar la perfección.

Al menos por ahora, porque Min YoonGi era una total tormenta.

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