Era comun, a nadie que viviera o adquiriera una propiedad cerca del local le parecia extraño que la puerta principal de un lugar exclusivo para adultos fuera atendido por un niño de sudadera y gorra. Despues de todo no era asunto suyo el como se ganaban la vida los demas.
A diferencia de lo que se puede imaginar, las mujeres no estaban semi desnudas esperando a la entrada del lugar, Matt atendia la taquilla y a la puerta del lugar lo cuidaban con la mirada dos hombres altos con trajes oscuros, Adan y Camilo, ninguno de los os pasaba los 30's, eran de apariencia atractiva, pero contrario a lo que muchos pensaban, ninguno de los dos solicitaba algun tipo de servicio dentro del lugar, se limitaban a hacer su trabajo y se iban a casa.
Matt no solia hablar con ninguna mujer al menos que fuera necesario, no tenia nada en su contra, no despreciaba su trabajo o algo similar, simplemente no podia mirarlas pues le hacian recordar que no podia hacer nada por su madre.-Hey niño - Lo llamo Adan buscando entre su saco para sacar una pequeña bolsita azul rey. Matt extendio las manos y alcanzo a atrapar el regalo sin moverse de su lugar. - Lo envia Fabian, si son drogas no le digas a tu madre que yo te lo di. - Agrego con una pequeña sonrisa.
Adan era hermano del mejor amigo de Matt. O algo asi. Fabian y Matt no se veian desde hace unos años, pues su familia se habia mudado a un "barrio mejor", a Matt le hacia feliz saber que aunque su amigo ahora tenia una vida mejor aun lo considerara alguien digno de su amistad.
Feliz abrio la bolsita de tela encontrando una hoja doblada y dos chocolates dentro, los favoritos del pequeño con una vida de adulto. Desdoblo la hoja encontrando un numero de telefono;"Llama cuando puedas 555. *******"
Matt no tenia un telefono, mucho menos una computadora, no era bueno con la electronica ademas de hacer reservaciones para los clientes.
Suspiro bajo y agradecio al mayor antes de darse la vuelta y continuar con su tarea mientras aparecia algun cliente.
Muchos hombres compraban membrecias, esos entraban sin necesidad de pasar por donde estaba el pequeño, solian ser de buena apariencia asi que Matt no prestaba real atencion, recordarlos a todos era molesto y sin embargo lo hacia.
La noche transcurrio sin novedades, apenas quedaban personas ajenas al lugar adentro, era hora de cerrar, Matt tenia escuela dentro de unas horas, estaba acostumbrado a no dormir mas de cinco horas asi que las ojeras bajo sus ojos eran una exageracion, su piel clara como la de su madre las delataba facilmente, una mezcla oscura con rojizo.- Nos vemos mañana- Se despidio Camilo de su compañero mientras firmaba su hora de salida; 4:10 am. - Bye Matt.
- Te veo luego entonces. Espero en verdad que no fueran drogas, no se en que anda metido ultimamente. - Comento Adan en apenas un susurro, tenia un trabajo para la semana asi que necesitaba descansar antes de comenzar una nueva jornada.
Matt guardo sus cuadernos, la profesora de Biologia habia exagerado en tarea, no habia podido terminarla en todo el fin de semana, aun le faltaba copiar un ultimo concepto para finalizar, penso en cenar algo con su madre y terminar antes de lanzarse a la cama al menos un par de horas. Los cursos estaban por terminar, cumpliria esa parte con su madre y luego comenzaria un trabajo de medio tiempo hasta que puediera ahorrar suficiente para que salieran de ese lugar.- ¡Ma! Tengo hambre, ¿Quieres cena..? - Se interrumpio asi mismo cuando al abrir la puerta de la habitacion que compartia con su progenitora se encontro con un hombre parado a los pies de su cama. - ¿Que mierda esta haciedo aqui? ¿Porque tienes eso? - Cuestiono agresivo avanzando a zancadas para arrebatar de las manos del hombre una sudadera suya.
- Eres Mathew. - Afirmo con una ligera sonrisa. - Te pareces tanto a...- Si no se larga de aqui voy a llamar a seguridad, no tiene derecho a venir a esta parte del lugar. - Sentencio Matt ignorando al hombre que lo miraba con real curiosidad y ternura.
- Creciste muy rapido, pense que..
- Mathew - Lo llamo su madre al ver que el puño del menor era contenido con fuerza apretando el costado de su pantalon. ¿Porque aun no lo golpeaba? La ultima vez que habia golpeado a un "Cliente" Emilio se habia desquitado con su madre.
- Tranquila, no ah pasado nada, solo nos estamos conociendo. - Sonrio el hombre revelando apenas unas arrugas junto a sus ojos.
Matt sintio que lo conocia, pero ninguno de los clientes que recordaba vistieran de forma importante se parecia a el.- Lo siento, todavia no hablo con el.. - Se disculpo Roxana alcanzando a su hijo para hacerlo retroceder. - Matt, Matty, este hombre es...
- Un pervertido madre, ¿no te das cuenta? Tenia mi ropa en las manos, y no se supone que este aqui, voy a llamar a alguien para que lo saque, tranquila. - Le sonrio nervioso avanzando hasta la manija de la puerta.
- Mathew el es tu padre.- Solto asuatada de que el menor llegara a salir y avisar a alguien mas de la presencia del hombre. - Es tu padre...
Matt se congelo de inmediato, ¿Su padre? Dio media vuelta y encaro a su madre que no dejaba de mirarlo preocupada.- Debi decirtelo antes, pero estaba aterrada, no sabia que clase de actitud ibas a tomar y...
-¿Mi padre? ¿Y que hace aqui "mi padre"? - Mascullo el menor ignorando por completo la presencia del hombre junto a ellos.
- Tienes que entender, tuvo que irse porque hubo problemas, pero ahora que esta aqui no tienes que preocuparte por nada, va a quedarse , vamos a tener una buena vida, ahora vamos a..
- ¡No juegues conmigo Roxana!- Levanto la voz Matt, el sueño con el que ansioso esperaba su cama se habia ido por completo luego de esas declaraciones.
Nunca le habia hablado asi a su madre, le tenia mucho respeto, pero escucharla hablar como si nunca hubiera pasado nada le habia partido el corazon en mas de un pedazo, en pedacitos tan pequeños que nisiquiera podian pegarse de nuevo, ya no se podian reparar.- No necesito nada de ese señor, y tu tampoco, yo voy a sacarnos de aqui, te lo prometo, no tienes que preocuparte, solo tienes que esperarme un poco mas.. - Sollozo desesperado el menor intentando convencer a su madre quien solo lo miraba con una dulce y ligera sonrisa dibujando sus labios.
- No Matt, ya no puedo seguir esperando.. - Acaricio la mejilla de su hijo y se acerco lo suficiente para besar su frente.
-Tu madre tiene VIH. - Aclaro con pesar Antonio sin despegar los ojos de las dos personas a las que alguna vez habia abandonado.
-¿ Que..?
-¿Vas a hacer que siga esperando? ¿Vas a hacerla esperar por un niño que nisiquiera se habia dado cuenta de eso? - Cuestiono Antonio con voz firme.
Le dolia sentir el desprecio de su hijo, la misma mujer a la que amaba mas que a nadie en el mundo estaba en peligro y lo unico que queria hacer era ayudar a su familia, pero al conocer el caracter de Mathew se dio cuenta de que hablar con palabras dulces no iba a hacer que entrara en razón.
Tenia que sacarlos de ahi sin importar la manera, y una vez afuera, se preocuparia por recuperar el amor de su amado hijo.

YOU ARE READING
A los 14.
RomansaA los catorce, ella conocio el infierno. Y el, va a conocer el amor.