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– ¡¡¡¿Ha-hanahaki?!!!

El peliverde comenzaba a decir  incoherencias y se ponía cada vez más nervioso, sus palabras eran inentendibles, no paraba de balbucear hasta que la chica lo bofeteo

– ¡Calmate Deku!

La castaña tenía aguados los ojos pero no perdería la razón no ahora, su amigo la necesitaba, desvió la mirada hacia el pobre pelirrojo que yacía en el suelo con las manos cubiertas de sangre

– No es tiempo de entrar en pánico ayúdame a levantarlo del suelo

– C-claro

Izuku tenía la mejilla roja pero no le importó, ambos lo levantaron y lo sentáron en una banca cercana del lugar, el chico parecía fuera de sí, sus ojos se encontraban desorbitados.
Uraraka sacó de su bolso un paquete de toallitas húmedas y comenzó a limpiar gentilmente las manos y boca del ojirubí mientras Midoriya temblaba ligeramente en su lugar

– Lo siento Deku

– ¿Por qué?

– Por la bofetada

– ¡Oh! no te preocupes, la necesitaba

– Bien, ¿Kirishima quieres hablar de esto?

El nombrado pareció regresar en sí mismo para voltear a ver a ambos y después intentar sonreír ligeramente

– Pues yo amm t-tengo hanahaki

– ¡Lo sabía!

– Shh Deku

– Lo siento

La castaña miraba lo más seriamente que podía a Midoriya pero fracasó en el intento

– Bueno Kirishima-kun, ¿alguien más sabe de tu situación?

– Solo ustedes, se que no es de hombres ocultar algo como esto pero yo...

– Tenemos que llevarte al doctor

Dijo seguro Midoriya para mirar detenidamente al pelirrojo

– N-no

– Pero Kirishima lo necesitas

– No quiero ser una molestia

Dijo cabizbajo sobando ligeramente su antebrazo

–  Tú no eres ninguna molestia, pero aunque no quieras tendremos que decirle a los demás sin contar a Bakugō

– ¿Por qué sin Kacchan?

– No podemos llamarlo porque claramente él es el responsable de esto

Dijo señalando al pelirrojo

– ¿Cómo lo supiste?

– Kiri se te nota, ¿Quien más aguantaría su carácter tan explosivo y sus insultos? ¿O tendría la atención con él de tratarlo bien como lo haces tú?
Vamos, arriesgaste tu vida por él y la manera en que lo miras es completamente diferente de como miras a los demás

– Bueno ella tiene un punto kirishima-kun

– Lo sé

– Entonces llamaré a los demás

Después de una llamada grupal y los gritos de Mina por saber si Kirishima estaba lastimado, los otros tres llegaron a su encuentro. Ni bien vieron a kirishima se avenraron hacia él

– ¡Kiribro perdóname por no haberme dado cuenta lo siento, lo siento tanto!

Kaminari estaba sollozando y daba pequeños hipidos debido al llanto pero Mina no se quedaba atrás

– ¡¡¡Kirishima por favor perdóname también, soy muy mala amiga por no haberme dado cuenta!!!

Esos dos lo abrazaban y lloraban como si ya estuviera muerto, Sero también lo abrazaba fuertemente pero él lloraba silencioso pidiendo perdón de una manera más calmada o por lo menos lo intentaba, al ver a esos chicos llorando tanto Izuku como Uraraka no pudieron contener las lágrimas y se unieron al abrazo. Era una imagen extrañamente adorable, todos ellos lloraban excepto el pelirrojo que dió una pequeña risita, estaba feliz de que estuvieran con él a pesar de las circunstancias

– Chicos tranquilos, no tengo que perdonarlos por nada

El teñido miraba a los demás con una sonrisa ladina

– Dejen de llorar, estoy bien

Cinco pares de ojos llorosos lo mirarón detenidamente, vaya que su amigo era un sol resplandeciente, a pesar de estar muriendo lentamente era capas de sonreírles tiernamente lo cual provocó que su llanto fuera aún más fuerte

– ¡Pero qué dije?! Lo siento, dejen de llorar por favor

– Kirishima t-tenemos que llevarte al médico

El teñido solo los observó por un rato, suspiró y procedió a hablar

– Está bien si eso los calma no tengo inconveniente.

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De camino al doctor subieron a un auto de un pariente de Kaminari, aunque todos optaron porque Sero manejará en su lugar, a la mitad del curso Kirishima dijo tener sed entonces cinco chicos bajaron como alma que lleva el diablo por botellas de agua, lo que hizo que el pelirrojo riera alegre, para sorpresa de sus acompañantes se bebió cada gota de agua de las botellas

Al llegar a una esquina entrarón por una calle algo retirada pero lujosa a la vista

– ¿Ya llegamos?

– No seas impaciente Denki

– Es que ya me aburrí

El chico con un rayo en el cabello era conocido por no ser tan paciente así que movía sus pies en el asiento de copiloto de un lado a otro ocasionalmente mirando por la ventana

– Ya llegamos

– ¡Al fin!

– ¿Entonces tu tía abuela podrá ayudarnos Sero?

– Claro estoy seguro, ella es una gran doctora sabe de estás cosas, se que podrá ayudarnos con esto

Caminaron con el pelirrojo enmedio de todos a una casa algo desgastada pero lujosa y al llegar a la entrada una viejita con aspecto dulce los recibió

– Pasen niños los he estado esperando, ¿gustan galletas?

Delirio   [Bakushima-Hanahaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora