Delirio [Bakushima-Hanahaki]

IV

– ¿Gustan galletas?

– ¡Yo si!

Kaminari tomó una galleta con chispas de chocolate y miró a los demás

– ¿Qué? Tengo hambre

Después el grupo completo entró a la casa y se sentáron en la sala como indicó la viejesita

– Vamos a ver, ¿cariño podrías darme tu mano por favor?

Kirishima asintió y extendió la mano, la cual tomó la mayor llevándolo a una silla en dónde le colocó un aparato que se encargaría de hacer un examen completo, mientras hacía otros que el aparato no podía hacer, la máquina chilló de ella salía un papel con el resultado, la abuela lo tomó y prosiguió a leerlo, después de un silencio axificiate ella hablo

– Bien, efectivamente es hanahaki lo que padeses, pero desgraciadamente yo ya no puedo ayudarte, las raíces ya han llegado a tus pulmones y no tardarán en llegar al corazón, ¿Podrías mostrarme un pétalo o la flor?

Eijirō saco de su bolsillo un pañuelo que contenía una flor de lirio

– ¿Ya escupes flores completas?

El pelirrojo asintió seriamente

– ¿Tienes algunas anomalías en tu alimentación?

El teñido intentó hablar pero no pudo, sostuvo su garganta con un gesto de incomodidad

– Señora disculpe, él toma mucha agua sé que eso no es tan raro pero sí un poco inquietante y además casi nunca come

– Sí, hace rato se bebió como díez litros de un jalón

Explicaba exentricamente el rubio a la mayor con ademanes innecesarios

Ella miró a Eijirō entrecerrando los ojos mientras él bajaba la mirada apenado

– Era de esperar, la flor que lo atormenta crece perfectamente en zonas húmedas, acaban por completo con el agua de su organismo y le exigen muchos líquidos, por ello siente una sed incontrolable, tu garganta estará rasgada y por ello no te apetece comer

La mujer se dió la vuelta mientras seguía explicando

El hanahaki es una enfermedad algo vieja más que la humanidad incluso, verán se conocen tres formas para terminar con ello, la primera sería que esa persona se enamore de ti y corresponda tus sentimientos, la segunda sería extirpar las flores dentro de tu cuerpo a corazón abierto pero no estoy capacitada para eso, además desaparecerá todo sentimiento que sientas por esa persona y la tercera sería dejarte morir

Todos estaban mudos, nadie se atrevió a hablar hasta que la anciana rompió el silencio y habló de nuevo

– No voy a mentirles a este chico el tiempo se le agota, pero es tu decisión lo que tú quieras se hará , lamento no poder ayudarte más, talvez si hubieras llegado antes pero por lo mientras te daré algo para que calme tu dolor y puedas comer adecuadamente, ¿alguno de ustedes sabe inyectar?

– Yo sé, tome cursos de enfermería en secundaria

La pelirosa tomo la cajita con inyecciones de un tono azul muy obscuro que le extendió la mujer

– Debes aplicarselas tres veses al día mañana, tarde y noche

El grupo de amigos se despidió pero antes de irse la viejesita llamó a Eijirō

– No quiero ser dura contigo dulce muchacho, pero deberías tomar una decisión aunque ya sé lo que piensas espero cambies de opinión

Ella miró a los cinco acompañantes para después verlo nuevamente

– Ellos te quieren demaciado y no creo que les guste tu decisión, por lo menos disfruta el tiempo que te queda con ellos ¿sí?

– Claro que lo haré, muchas gracias

Dijo dándole una sonrisa  lo que causó que la mayor lo abrazará y luego de eso subiera al carro con los demás.

El viaje de regreso era algo silencioso exepto por Eijirō que comenzó a hablar

– Chicos no me gusta verlos así

– Lo sentimos pero es que tenemos miedo, ¿qué podemos hacer?

– ¡Ya sé! Secuestremos a Bakugō y obliguemoslo a amar a Eiji!

– Mina creo que esa no es una opción

– Aunque talvez podríamos, sí Kacchan se descuida y entonces atacamos todos juntos y-

– Nada de eso, no pienso obligar a Bakugō

– Pero piénsalo

Kaminari lo miró con la cara más seria que poseía dando a entender que hablaba en serio como todos los demás.

Después de llegar a la UA en la habitación de Kirishima todos veían como Mina le inyectaba la tremenda aguja en el brazo, no querían dejarlo pero tuvieron que irse a sus cuartos.

Era poco más de las once cuando tocaron su puerta él había estado llorando silencioso en su cama no sabía que hacer y una vez lo dejaron solo se derrumbó ahí mismo, continuando con lo de la puerta, se echó agua en la cara y secándose con una toalla abrió la misma

– Blasty que haces aquí?

– Idiota no te ví en toda la tarde y me pareció raro

– Oh, solo salí un rato con los chicos

– Bueno, yo quería decirte que mañana después de clases quiero que me acompañes al jardín tengo que decirte algo importante

– Sip, yo estaré ahí mañana

– Buenas noches cabello de mierda

– Igual Bakugō

Cerró la puerta y se acostó en su cama, le dolía la cabeza y se sentía débil pero dejó todo de lado y se dedicó a dormir.

En la mañana ya estaba listo cuando una ojíambar tocó su puerta con la inyección preparada, después ambos se encontraban caminando a el aula, al llegar Deku estaba irradiando felicidad platicando con Ochakō e Iida

– Entonces cuando lo llevé al parque y de regreso encontró en su cuarto dos osos gigantes su cara era de sorpresa, ¡se veía tan lindo! Después le dije lo que sentía y me dijo que si! Ahora somos pareja

– Deku eso es tan lindo, la pelicastaña estaba feliz por su amigo, superó sus sentimientos por él, cuando Midoriya le dijo que le gustaba Todoroki ella se sintió horrible lloró en su cuarto desconsolada, amaba a Midoriya pero al ver lo feliz que estaba se trago su dolor y después de un tiempo simplemente olvidó ese dolor y lo reemplazó por alegría por el peliverde ayudándolo como el día en que lo acompañó a escojer el regalo para Todoroki , Eijirō admiraba esa fortaleza por ello la apreciaba mucho

– Hola kirishima-kun ¿cómo amaneciste hoy?

– Muy bien gracias Uraraka

Ambos sonrieron, el timbre sonó y fuerón a sus lugares, el receso se lo paso con sus amigos más cercanos, admiraba como Bakugō soportaba tanto picante y lo contemplaba con sumo cuidado, la tarde llegó y logró separarse de sus amigos por un rato para ir con Katsuki

– Quiero presentarte a alguien

Oh vaya que cometió un error, se hubiera quedado con los demás

– Ella es mi chica