Capítulo II

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Dormir a los cachorros nunca fue una tarea fácil, aún me pregunto como es que JungKook logra dormir a nuestros bebes tan fácilmente.

Me encantan los cachorros, creo que eso es mas que obvio, pero prefería completamente estar acostado y relajado en mi suave y mullida cama junto a Minkki, sin embargo el tener hijos no es tener muñecos los cuales solo tienes que vestir bonito y dejarlos acomodados para que se quedarán quietos hasta que yo los moviera, no, nada de eso.

Un pequeño quejido que saca de mis pensamientos y veo a los gemelos tratando de crear una pequeña guerra entre ellos, dormirlos será una tarea difícil hoy, ellos no están dispuestos a cooperar, esta tarea generalmente era asignada a mi niñera de respaldo, tener cinco cachorros a veces es difícil, y la mayor parte del día me la paso cuidándolos, si, amo ser padre de casa, cuidar a los bebés aquí y allá, supervisar la cocina, y de vez en cuando limpiar un poco, aunque como padre, a veces quería tiempo para mi mismo y con JungKook a veces vamos a bares o simplemente nos dábamos amor cuando podíamos, era mucho más fácil cuando solo estabamos los dos juntos, no lo voy a negar, me encantaba tener la atención de mi alfa para mi solo, pero con la llegada de JinWoo todo cambió, y aunque al principio estaba más asustado que contento al final todo salió perfecto, aún tenemos nuestros momentos feos, como todas las parejas, aunque esos momentos no duran más de unos minutos, nuestra conexión omega-alfa es una de las más fuertes que he presenciado.

- JinWoo, ven con papi y por favor déjame poner tu pijama. - corrí hasta donde estaba JinWoo quien estaba desnudo sentado dentro de la pequeña alberca de pelotas que tenían, si, una alberca de pelotas dentro de su habitación, bueno, JungKook nunca pudo negarme nada a mi, lo cual me gustaba, sin mentir, pero ese pequeño defecto suño paso también a nuestros cachorros, lo cual creo que no me gustó demasiado.

- Te tengo - sonreí gritando un poco al atraparlo y elevarlo tal cual simba en el rey león. - solo me falta ponerte a ti en tu camita, obedece a papi y mañana le diré al chef que te haga tu comida favorita - JinWoo asintió feliz de obtener mañana por la mañana un rico pan que con leche chocolatada, el chantaje no es buena idea para persuadir a un bebé, pero funcionaba.

Justo cuando terminé de colocar a JinWoo en su cama escuché el llanto de MinkKi, había terminado su siesta y necesitaba leche, me dirigí a paso rápido hasta el otro lado de la gran habitación, y encontré a JungKook tomando de la cuna a MinkKi y dando suaves palmaditas mientras lo recargaba en su hombro.

- MinkKi ama tu aroma - susurre cuando observé que el pequeño se estaba quedando dormido en los brazos fuertes de JungKook, cómo es que esos brazos tan poderosos podrían ser tan delicados a la hora de agarrar a nuestro pequeño.

- Sabes que todos los cachorros tienen una debilidad por tu olor - JungKook mecio a Minkki en sus brazos mientras me miraba dulcemente.

-¿Cómo está mi príncipe hermoso? - susurro esta vez JungKook abrazandome con cuidado de no aplastar a MinkKi.

- La niñera tuvo un problema y no pudo venir - expliqué - me hice cargo de acostar a los niños yo solo, se ven tan hermosos dormidos - hice un ruido parecido a un chillido, bien, creo que eso fue un poco vergonzoso, amaba tener bien cuidados a mis cachorros, tenía que convencerme cada día que era un buen padre.

- Eso es perfecto bebé, tengo que ir por unas cosas que dejé en la sala, no te importa cargar al bebé mientras voy - JungKook extendió a un Mink ki dormido hacia mi y lo tomé para poder pegarlo a mi pecho e inmediatamente el bebé comenzó a succionar hábilmente mi pezon, este chico aun estando dormido era un comelon por excelencia.

JungKook regresó después de unos segundos, sosteniendo unas bolsas con una marca cara al frente de ellas, JungKook fue de compras sin invitarme otra vez.

Two + Five | KookGi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora