Un error que nos une

9 semanas

Carla había llorado tanto la noche anterior que sentía que no podría hacerlo nunca más. Pero ya era otro día y se había levantado con ganas de no sufrir más. La idea de estar embarazada la aterraba, como no, si tenía 17 años, pero buscaría una solución.

Decirle a Samuel era una locura, buscaría ella misma cómo salir del problema. Solo había sido un error, un estupido error, se repetía cada vez que se acordaba.

Iba nerviosa a Las Encinas, volver a ver a todos después de la confesión era una prueba a su frialdad, ademas llevaba un nuevo secreto en su cuerpo y esperaba que no la delataran las náuseas como casi lo habían hecho frente a su madre en el desayuno y en donde tuvo que inventar que los nervios la tenían así.

Cuando llego a buscar sus libros para la primera clase vio a Lucrecia que ni la miro, seguía enojada con ella por no contarle las cosas. Luego vio a Ander que estaba igual de aislado y silencioso que ella, pero eso no era suficiente para acercarse y hacerse compañía.

Estaba contenta que Guzman no la hubiera visto, porque cuando llego justo apareció Samuel y ambos se saludaron como si fueran grandes amigos.

_Me usaste con su ayuda_ dijo Carla en voz baja y con mucho dolor. Por esa mueva amistad.

Estaba lejos del grupo cuando todos se quedaron callados y mirando la escalera. Polo venía bajando vestido de uniforme y los demás parecían viendo una película de terror.

_maldito asesino_ gritó Guzman tirándosele encima para pegarle.

Carla no pudo ver más. Las ganas de vomitar fueron tantas que debió salir corriendo al baño más cercano. Boto todo el desayuno y se quedó escondida en ese lugar por mucho rato, esperando que las náuseas se pasaran.

Cuando escucho la puerta abrirse y cerrarse y luego pasos y risas supo que debía salir de ahí. Se arreglo la ropa revisándose varias veces por si algo la delataba, sentía que cualquiera que la viera bien podría darse cuenta de lo que le pasaba  y salió de su escondite.

Cuando vio que eran las amigas de Samuel su cara cambió a una de desagrado,  no las soportaba, especialmente a la chunga de barrio, hija de una narcotraficante.

_quiere intentarlo conmigo, puedes creerlo_ decía la narcobarbie casi con voz de niña enamorada.

No se habían fijado que Carla salía de un baño.

_ te felicito. Ambos se lo merecen. Él ha sufrido mucho_ dijo Nadia contenta mientras aplaudía suavecito.

Carla no quería saber de quien hablaban aunque lo sospechaba. Camino lo más digna que pudo y ni miro a Rebeka y Nadia que al ver que ella estaba ahí se quedaron calladas mirando todo lo que hacía.

La marquecita se enjuagó la boca para sacarse el mal sabor y trató de huir de ahí lo más pronto que pudo.

Para su mala suerte chocó de frente con Samuel al salir casi corriendo del baño.

_Ey cuidado_ se quejó él al pegarse con ella.

_Cuidado tu_ respondió Carla enojada y dolida.

_Lo siento_ respondió Samuel apenado. Verla y tenerla casi pegada a su cuerpo había despertado todos sus sentidos y emociones.

_ Con un lo siento no solucionas nada. Si te hubieras cuidado nada de esto estaría pasando_ le grito Carla dejando a Samuel sin entender por qué reaccionaba así.

_Fue un choque, ambos estábamos apurados_ le dijo él con cara de no entenderla.

Carla lo miro y se dio cuenta que estaba hablando de más. Tenía ganas de decirle lo que le pasaba pero y si no le creía o no quería saber nada más de ella. Eso la asustaba y prefería quedarse callada, aunque teniéndolo ahí en frente no encontraba justo que él no lo supiera, también era su error, debía sentirse igual que ella y ayudarla a solucionarlo.

_ Necesito hablar contigo_ le pidió en voz baja.

_¿Ahora? _ preguntó extrañado creía que ella no querría saber nada más de él después de la comisaría pero que ella quisiera hablar fue una alegría.

_ No, después de clases_

Él movió la cabeza para decir que sí y ella se fue a su clase. Ambos miraron el reloj todo el día esperando que pasaran las horas para verse.

Cuando sonó el timbre de salida, Carla quería llegar rápido al aula que siempre se habían encontrado pero antes de llegar lo que vio la dejó congelada. Rebeka se acercaba a Samuel y le dio un beso mientras él se lo respondía. Se despedían como si fueran novios y eso le dolió tanto que no pudo seguir ahí y sus planes de contarle lo que le pasaba se olvidaron rápidamente.

En vez de ir en esa dirección se dio la media vuelta y salió tan pronto como pudo. Iba conteniendo las lágrimas y cuando llego a su coche vio que él le había mandado un mensaje.

Te estoy esperando 🙄

_Vámonos a casa_ le pidió al chofer para que la sacara de ahí lo antes posible, mientras buscaba en el celular algo que la pudiera ayudar.

...........................................................................

Gracias por el apoyo trataré de ir mejorando día a día.