Desilucionada

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Julieta

-¡BASTA!

  Me tiré sobre él pero levantó el celular sobre su cabeza. Era alto y no lo alcanzaba. Intentaba agarrarlo saltando y aun así no podía. Se estaba riendo de mí y de repente pisa algo y pierde el equilibrio. Con él, yo igual. Retrocedo y sin querer me topo con el sillón y caigo en él. Con el intento de no perder el equilibrio, agarro la polera de R y cae encima mío.

  Por suerte el celular cayó al suelo desarmándose por completo.

  Ambos en silencio observamos las piezas de mi celular esparcidos por el piso durante unos segundos antes de darnos cuenta en qué posición nos habíamos quedado. Nunca había estado tan cerca de él y con el solo hecho de mirarme fijamente a los ojos me había quitado miles de suspiros. Sus manos a ambos lados de mi cara, su nariz a centímetros de la mía y mi estómago hecho un desastre. Nuestras respiraciones se habían sincronizado...

-¡¡¡AAAAHHHH!!!

  Cuando reacciono, pongo mis manos en su pecho empujándolo lejos. No era mi intención pero calló de espalda al suelo.

-Agh...

-¡Oh Dios mío! ¡Lo siento! ¿Estás bien?

-Sí, no te preocupes. -Se sienta como puede. - Fue mi culpa. -Vuelve a mirar mi celular. -Lo siento.

-No te disculpes. Nadie se ha muerto.

-¿Puedo preguntar con quién hablabas? -Muevo mis manos en señal de despreocupación.

-Con nadie en especial. Un tipo con el que no tenía muchas ganas de hablar que digamos.

-¿Y por qué querías tu celular?

-Por que... ¡Oye! No soy tu novia como para que estés preguntando esas cosas.

-Shhh... Lo somos, pero solo que tu aun no lo sabes. -Ruedo los ojos. -¿Oye?... ¿Por qué no querías que pasara por la puerta principal? Porque yo no vi ningún perro de raza peligrosa como tú dices.

-Ehhh...bueno...porque... -Vamos Julie, no sabes mentir. Suspiro. -Está bien. Lo hice porque quería evitar que te enteraras de...bueno...esto.

-¿Tu casa? ¿Por qué te avergüenza que otros vean donde vives? Por mí genial.

-No. No lo es. Los que alguna vez conocieron mi casa...dejaron de considerarme una amiga. Solo me querían como un objeto para sacar provecho de mi situación económica. Por eso no me gusta hacer amigos que no sean parte de la familia. Duele menos.

-Creías que iba a reaccionar así. -Asiento.

-No quería perderte. Lo siento. -Me da tanta vergüenza que miro hacia otra parte menos a sus ojos. Siento que se levanta y veo que se sienta al lado mío.

-Julie... No haré ninguna estupidez que haga alejarme de tí. -Lo miro y él me devuelve una mirada que debilita mis piernas. Noto cómo el calor sube a mi cara y miro al piso.

-Gracias.

-Mierda, se está haciendo tarde. Tengo que ir al entrenamiento de basquetball.

-Espera, tu no vas a jugar con tu espalda. Considerando que te tiré al piso.

-No voy a jugar en este estado. Soy el capitán. Como mínimo tengo que supervisarlos, decirles en qué fallan y ayudarlos a superarse. También tengo que ponerme de acuerdo en la distribución para el próximo partido... -Me mira. -No importa. -Se ríe al ver mi expresión. -¿Quieres ir?

-Claro.

  Me alegra mucho de no haber perdido al R que quiero. Con respecto al celular; la pantalla se rompió un poco en la orilla pero al volver armarlo, seguía funcionando con normalidad.

Nuestra Luna Escarlata (En Pausa Por Edición💜)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora