Empezó a recordar cuando era un niño feliz y contento que ayudaba en las labores de la panadería que sus padres tenían juntos, el adoraba el pan, recuerda que varias veces se metió en problemas ya que le encantaba comerse los cuernitos de mantequilla a escondidas o cuando escapaba a la fuente que se encontraba en la plaza, donde jugaba con su barquito hecho de papel, valla!!! esos días eran muy agradables pero lo que más recuerda con mucho amor fue el día que conoció a Jongin. Quien se imaginaria que ese chiquillo que andaba mugrosito todo el día, llegaría a ser el amor de su vida por siempre.
Aún recuerda el dolor que tenía en sus manitas porque su papá lo cacho comiéndose las donas de chocolate recién salidas del horno, al señor D.O. no le gusto para nada y le dio un manazo al pequeño, provocando que este se soltara a llorar y corriera a la fuente, nadie nunca iba ahí, así que el pequeño Kyungsoo podía llorar a gusto en su pequeño escondite, pero ese día sería diferente.
Unos ojos lo observaban curiosos desde el oscuro portal que daba a la fuente, el pequeño niño de piel blanca como la leche, cabello negro y llorando desconsoladamente, despertó la curiosidad de aquel niño huérfano que le observaba desde la oscuridad de aquella plaza.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Kyunsoo dejo de llorar se percató de la presencia del niño que lo miraba desde la oscuridad, salió corriendo, su imaginación volaba demasiado y se imaginó que tal vez era un fantasma, ya que a ese niño jamás lo había visto por ahí.
Así transcurrieron varios días cuando Kyungsoo se dio cuenta que no era un fantasma, sino un niño de verdad, y le causaba un poco de curiosidad el por qué ese niño estaba ahí, así que se armó de valor y un día estaba dispuesto a reclamarle el por qué iba a su escondite sin su permiso, pero cuando se acercó se dio cuenta que aquel niño era bonito, y sus penetrantes ojos lo atraparon. No pudo decir nada más que un simple "hola" y ahí fue el inicio de una hermosa amistad.
Jongin como se llamaba el otro niño, le contó que era huérfano, hacia días había llegado ahí, su abuela quien cuidaba de él había muerto y escapo de casa al no poder con la tristeza que le embargaba aquel lugar, así fue como llego el pequeño pueblo de Kyungsoo donde se quedaba a dormir en los rincones de la fuente y comía lo que encontraba en la basura.
Eso sin duda despertó el instinto de protección del pequeño Kyung quien de inmediato le ofreció su amistad y comenzó a ayudarlo cuando podía, llevándole un poco de pan diariamente. Y así fue como Kyungsoo se escapaba por el día a la fuente para poder jugar con su nuevo amiguito, en ese lugar creaban mágicas historias sobre piratas que tenían mucho oro y conquistaban al mundo y por las noche se dedicaban a buscar estrellas fugaces en el cielo.
Con el tiempo los padres de Kyungsoo se empezaban a preocupar por las constantes faltas de su hijo en casa y decidieron investigar que pasaba, grande fue su sorpresa cuando se encontraron a su hijo jugando con un niño de la calle, pero en vez de enojarse por algo como eso, decidieron hablar con su hijo acerca de ello, al momento en el que Soo les contó la historia de Jongin, la señora D.O. decidió adoptar al pequeño huérfano, a un inicio el papá de Kyunsoo se resistió a esa idea, pero su esposa lo convenció de darle una oportunidad al pequeño Jongin, justificando que si algún día Kyungsoo quedara huérfano, le gustaría que buenas personas lo acogieran en su hogar para que no anduviera vagando.
