Una noche Jongin se escabullo al dormitorio de Kyungsoo aprovechando que sus padres habían salido y este al verlo se lanzó a sus brazos robándole un pequeño beso, Jongin correspondió y cuando se separaron fueron directo a sentarse para contemplar abrazados la luna, fue ahí que Kyungsoo se percató que Jongin traía la radio. Sentados y recargados en la cama, Jongin se aferraba a la cintura Kyungsoo repartiendo pequeños besos en su cuello, se dispuso a prender la radio y empezó a cantarle al oído a su amado:
"Tu cabeza en mi hombro...
Quiero yo tener siempre...
Acaríciame cielo
Si me quieres tú..."
La piel de kyugsoo se erizo cuando sintió su aliento en el oído.
"Quiero tener tus labios...
Demuestra que me quieres
Un beso tuyo nena...
De dudas me sacara"
-hey!! no soy una chica – kyug se había quejado
-Shhh – lo silencio Jongin con un susurro
"Quiero ver... si es verdad
Que amor nunca existió...
Quiero saber si no es verdad...
Que a ti yo te interese..."
Lo abrazo más fuerte que Kyugsoo sintió que lo rompería, pero no se alejo.
"Tu cabeza en mi hombro...
Me dirá ahora nena...
Lo que siempre he dudado
Que me quieres de verdad...
Tu cabeza en mi hombro...
Me dirá ahora nena
Lo que siempre he dudado
Tu cabeza en mi hombro...."
Kyungsoo no pudo evitar derramar algunas lágrimas de felicidad, fue el momento más hermoso de toda su vida, sus sentimientos eran correspondidos y estaba más que seguro que quería pasar el resto de su vida con Jongin, no le importaban las críticas y aunque todo el mundo le dijera que era anormal querer a otro hombre, él no les haría caso, porque no había nada de malo en amar a otra personas...simplemente era amor.
Tomo de la cara a Jongin y lo beso apasionadamente, no había entendido casi nada de la canción, pero supuso que si su corazón se agito debía de decir algo lindo, después le preguntaría con calma, pero por ese instante Kyungsoo quería amar y que Jongin lo amara de otras formas.
Poco a poco fueron dejándose caer y los besos se tornaron un poco desesperados, la ropa fue desprendida de sus cuerpos y las caricias fueron aún más atrevidas, gemidos de placer y amor fue lo que la luna presencio esa noche.
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Su relación iba de maravilla, todo era muy lindo incluso ya habían planeado mudarse a la casa de Jongin en cuanto cumplieran la mayoría de edad y aunque su madre lo aprobaba, sabía que a su padre no le iba a aparecer y seguramente pondría el grito en el cielo, pero eso no lo iba a ser cambiar de opinión, él amaba a Jongin y lo seguiría a donde quiera que fuera aunque eso implicara enfrentarse a su propio padre, además pronto se convertirían en hombres y ya no tendrían que depender de nadie.
Aunque la felicidad no dura para siempre, poco antes de que pudieran irse, la señora D.O. murió.
Se le salió una lágrima al recordar ese momento, su hermosa madre había muerto y nunca supieron que paso, se veía tan sana que nadie sospecho que la leucemia le consumía la vida poco a poco.
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