Capítulo 70.1: Alegría

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Después de cargar a su omega, quien se negó a moverse. Con una sonrisa, JiMin se aferró a su espalda y dejó que el alfa lo llevara a donde quisiera. Confiaba en YoonGi y sabía que su alfa nunca le haría daño. Además percibía por el lazo, que su alfa se encontraba ansioso y emocionado. Como esperando que le gustara la sorpresa.
Desde su posición besó detrás de la oreja de YoonGi. Rió tímido, y restregó su naricita en el cuello del alfa, olfateando y dejandose llenar de su aroma.
El alfa estaba enternecido por la actitud de su pareja.

YoonGi siguió cargando a su pareja un par de pasos mas, realmente la distancia de la casa de JungKook hasta el lugar no era mucho, sin embargo el alfa iba caminando despacio, con el cuidado de no incomodar a su omega o lastimar a sus pequeños cachorros.

- Llegamos...- susurró, y se agachó un poco para que JiMin pudiera bajar de su espalda. El omega bajó, y tomó la mano de YoonGi. El frío comenzaba a sentirse, el viento otoñal y las hojas deslizandose hasta caer al suelo, eran la clara señal que se avecinaba el invierno. YoonGi acomodó la bufanda del menor y su abrigo, haciendolo sonreír.

Esa era una de las tantas cosas que le gustaban a JiMin de su pareja. A pesar de verse serio, le gustaba que le acariciaran el cabello, además tendía a abrazarlo y eso le daba la sensación más cálida de todas al omega. Besó de forma suave a su alfa, una caricia delicada que casi derrite al mayor.

Suspira y mira a su omega ser tan perfecto, tan bello, tanto que lo abraza y lo balancea de un lado a otro haciendolo reír suave.

- Tal vez deberíamos entrar...- le dice el alfa aparentando estar distraído.

- ¿Entrar? ¿A dónde?- JiMin frunce el ceño sin enteder muy bien a que se refiere su pareja. YoonGi camina unos pasos y extiende su mano en dirección del omega quien curioso, toma la mano pálida.

Es en ese momento que el alfa saca un juego de llaves, y suben los escasos tres escalones que dan al portico de la pequeña casa frente a ellos. YoonGi entre seguido por JiMin, quien cierra un poco sus ojos en el momento que el mayor prende la luz.

- Se ve mejor que cuando vine aquí la primera vez...- dice con una sonrisa. JiMin se aferra a su mano y mira a su alrededor. Hay pocos muebles, realmente el lugar parece un poco vacío, había un juego de sala y una mesita de centro, era todo lo que había en su campo de visión.- ¡Oh! Esta es la cocina...- le dice YoonGi emocionado y dan un par de pasos, abre la puerta y deja a su pareja curiosear un poco. La cocina tiene una pequeña isla de centro, un lavamanos, un refrigerador y estantes vacíos.- Me parece que la cocina debe ir aquí, podríamos colocar algunas vajillas aquí, y los vasos allí...- señala otro mueble que se encuentra en la estancia.

- YoonGi...- le llama sorprendido.

- ¿Sabes? La casa parece pequeña pero me gustó por dos razones, ven...- toma la mano de JiMin, y lo lleva por el pasillo- Quería que no tuvieras que subir escalones, no quiero que te lastimes...- sonrió- Solo hay diez escalones para llegar al segundo nivel, ahí están las habitaciones...

- YoonGi...

- Tienen una linda vista, abajo esta mi estudio, y esta de acá...- abre una de las puertas dejando ver un espacio vacío pero delicadamente tapizado, con las paredes pintadas de un verde manzana pastel y un estante café- Es la habitación de nuestros cachorros, le faltan muchas cosas, como las cunas, pero pensé que se vería bien con este color, podemos colocar una alfombra, si gustas, y peluches gigantes en las esquinas...

- Yoon...

- Aún falta por ver...- le sonrió y acarició la mejilla de su pareja, volvió a caminar por el pasillo- Esta de acá es nuestra habitación, justo en frente de la de nuestros cachorros...- abrió la puerta, y dejó ver la cama matrimonial que se encontraba, era lo único dentro de la habitación, habían dos ventanas y dentro un baño con ducha y tina.
JiMin no podía creer lo que estaba viendo, era demasiado. Todo era demasiado bueno.- Hay un cuarto más... podrías usarlo como biblioteca...

En ese momento JiMin recordó cuando en la navidad pasada, YoonGi le dijo que podrían tener una biblioteca, en aquel instante, pensó que solo era dicho para terminar de conquistarlo, pero le había cumplido. YoonGi le había cumplido.

- Yoon...- dijo y se abrazó al cuerpo de su novio. YoonGi sonrió y le arrulló.

- ¿Te gusta?- le preguntó el alfa tímido. No recibió una respuesta inmediata, luego de unos segundos JiMin asintió, pero luego a traves del lazo percibió duda.- No te preocupes por el dinero, he trabajado desde que llegué al instituto en trabajos de medio tiempo, y he ahorrado, mis padres me ayudaron con mi carrera apesar de que me negué ellos insistieron, que el dinero que gané lo guardara para mas adelante... ademas cariño, tu me ayudarás a pagar algunas cosas...- dijo YoonGi al final divertido. Haciendo reír a JiMin, quien asintió.

- Creo que hay algunas cosas que podríamos comprar, pero por el momento... nuestros cachorros son lo más importante...- susurró JiMin.- Te amo, Yoonnie... te amamos mucho...

YoonGi sonríe.

- Yo también los amo, cariño, no te das idea de cuanto...

Se quedaron unos minutos en silencio. El omega comenzó a dejar besos en el cuello del alfa, el mayor solo se dejó embriagar por el aroma a arándanos, chocolate, miel y leche, llevó una de sus manos al vientre del menor por debajo de sus ropas y acarició ese lugar tan especial, tan bello, que le hizo sonreír al visualizar, atraves del lazo, a un lobo blanco.

Esa noche del trece de octubre, Yoongi le hizo el amor a JiMin, besando sus mejillas y cuello, dejando caricias en cada centímetro de la piel suave de su omega, susurrando lo mucho que lo amaba, besando su hombro desnudo, diciendole lo hermoso, lo valiente y lo fuerte que es. Entre algunos besos agredeciendole por permitirle cortejarlo, por llevar a sus cachorros... ya que no existía detalle mas sublime para un omega que regalarle cachorros a su alfa, que en esa etapa ambos, conocieran la belleza y el grato sentimiento de saber que un poco de cada ellos se unía de manera especial.

JiMin sonríe y acaricia la mejilla de YoonGi. El alfa observa las mejillas sonrojadas y la mirada llena de amor que su pareja le dirige.

- En serio, debí ser el mejor alfa en otra vida para tenerte conmigo...- le susurra lleno de cariño.

Y JiMin ríe tímido. Y su alfa sonríe, sentir a su omega tranquilo y alegre, es el regalo mas grande que puede recibir...

Heridas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora