Capítulo 44: Amigos

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No siento nada...
Será que al fin morí?

La oscuridad me envuelve y no hay nada que yo quiera o intente hacer.

Me encuentro en el mismo parque donde tuve la pequeña pelea con mi hermano.
Agradezco la soledad y la frialdad que envuelve el lugar, ya no quiero nada. Soy un desperdicio.

Abro mis ojos y me doy cuenta que todo ha sido solo una pesadilla...
Otra pesadilla mas...
Una de las tantas que me roban el sueño...
Solo una simple y tortuosa pesadilla...

Me doy cuenta que es tarde. Son las nueve de la mañana, y yo me dejo caer sobre la cama de nuevo. No tengo animos de salir. No quiero hacer nada.
Lo único que he mantenido de mi rutina es ir a la repostería. Allí mi mente esta un poco ocupada y no piensa mas que en terminar las mezclas o que todos los utensilios esten limpios...

Jungkook no está, ayer me comentó que saldría, tenía que ir a cubrir un evento y me dijo que pensara bien sobre ser modelo o no. Yo no quiero...

Mi lobo ha pasado sumergido en su mundo de igual manera. No se inmuta ante nada, la única vez fue cuando YoonGi dijo que me amaba, la primera noche de mi último celo.
Quisiera que YoonGi se quedará siempre conmigo y me abrazara, pero eso no es posible...

Siento que solo soy un estorbo y no quiero sentirme así. Había recuperado mi peso y he vuelto a perderlo, patetico y ridiculo, así me siento...
Todo ha vuelto a quebrarse.

Todo lo que estaba construyendo era tan fragil, tan estupido, tan inutil, tan debil... que terminó quebrandose junto a mí...

Me abrazo a mí mismo, recordando al papá de YoonGi... la forma en la que me cuidó, y veló mis sueños...
Ese día sigue fresco en mi memoria, han pasado tantas cosas que creí que era solo un sueño, un tranquilo y cálido sueño...
YoonGi tuvo que salir por un par de horas, dejó muchos besos en mi frente haciendome sonreír de forma tímida, y cuando regresó traía mi postre favorito.
Por la noche la madre de YoonGi llegó y me abrazó. Luego entendí que por medio del lazo su omega le había hecho sentir la tristeza que lo embargó quizás al verme tan pálido y delgado. Ellos se habían convertido en mi familia...
Los siguientes días Jungkook llegó a verme y mostrarme algunas cosas que había hecho... mi mejor amigo tiene talento en sus manos...

A mi me gustaba estar en el regazo de YoonGi, el sofá no era tan cómodo, y siempre terminaba dormido así...

Me levanté y tomé una ducha rápida. Me puse mi uniforme y salí directo a la repostería. Pero al salir de mi casa me encontré con Jungkook.

- Creías que ya no preocupo por ti ahora que tienes alfa?- me dijo sonriendo a lo que yo negué levemente con una pequeña sonrisa.
Ahora parecía que mis sonrisas eran escasas y pobres. Ya no reía...

- No lo sé...algún omega que te interese te quita el tiempo...- me encogí de hombros

- Me ofendes- dijo drámatico- Sabes que no hay nadie, no tengo cabeza para eso...el trabajo, el instituto, y mis proyectos personales, son muchas cosas como para pensar en tener omega...

- Yo decía lo mismo, y apareció YoonGi...- dije mirandolo

- Hace ya muchos días no te veía sonreír...es un alivio verte hacerlo...- dijo sonriendo sin mirarme

- Puedo ofrecer sonrisas rotas...- dije en un susurro

- Aunque sean sonrisas rotas, creo que eres muy fuerte como para darlas, no cualquiera puede sonreír así...muchos no tienen la fuerza para levantarse de nuevo...y yo...- paró en seco- Yo te admiro por eso Jimin...

Sus palabras me dejaron en blanco.
No sabía que decir. 

Le pegué en uno de sus brazos y se quejó.

- Oye! Eso me dolió!- dijo sobandose

- Dijiste eso tan repentino que no supe que hacer!- le debatí de inmediato

Ambos parecíamos chiquillos peleando en la calle por algún dulce.

- Pero no debiste pegarme!- siguió diciendo

- Eres muy dramatico!- dije igual

- Es que tu forma de mostrarme aprecio no me gusta!- dijo.

Le miré y sonreí encogiendome de hombros. Indicandole que volvieramos a caminar.
No habíamos perdido nuestras pequeñas pero significativas costumbres. Peleabamos de manera infantil, competíamos por cualquier tontería, y sin importar qué nos dabamos la mano para socorrernos, Jungkook había sido muy paciente conmigo, no me cuestionó... solo me abrazó...

- Jungkook...- le llamé

- Qué sucede?- me preguntó mientras a unos locales mas veíamos el letrero de la pastelería.

- Seremos amigos en nuestra proxima vida?- pregunté

Sonrió y asintió

- Claro... en todas y en cada una de las vidas que nos queden...- afirmó

- Espero que en nuestras proximas vidas, nos conozcamos en mejores circunstancias, Kookie...

- Y aún si no es así, estaremos el uno para el otro, justo como en esta vida...

- Quiero ser tu amigo en cada vida que me quede...

- Y yo quiero ser el tuyo, ChimChim...














"Una gran promesa entre grandes amigos..."

Heridas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora