Capítulo 65: Dicha

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- Kookie, Kookie, despierta- le dijo el omega moviendo a su mejor amigo. A su espalda la abuela y madre del alfa esperaban ansiosas para saltar sobre el alfa de la casa y felicitarlo.

- Dejame dormir...- le dijo el alfa y se cubrió aún mas con la manta.

- ¡Me comeré tu pastel!- amenazó y Kook entendió, ese día, durante las veinticuatro horas, sería su cumpleaños.

- ¡Es mi cumpleaños!- exclamó levantandose de una de la cama, y abrazó a todos a su alrededor, a JiMin, a su madre y a su abuela. Dandoles felicitaciones a todos, los omegas se miraron confundidos, sin embargo le abrazaron.
La casa ya se encontraba decorada y JungKook se preguntó cuando lo habían hecho.

- No mires todo como si fuera algo extraño- dijo su madre- ¿Qué horas crees que son, cachorro dormilón?- preguntó con gracia.
JungKook miró la hora en el reloj que adornaba la sala.

- ¡Mamá! ¡Son las diez de la mañana! ¿Por qué me dejaron dormir tanto?- exclamó y se miró en el espejo mas cercano, notó su cabello alborotado, su pijama desarreglada.

- Siempre te gusta andar despertando a los demas, así que hoy fue nuestro turno...- le dijo JiMin sentandose en el sofá, se encogió de hombros y sonrió. La madre y abuela de JungKook, rieron.

- Bueno sopla las velas de tu primer pastel...- dijo Eun Ji, quien se fue a traer el postre, cuando JiMin lo vió no puedo evitar comenzar a reír.

- ¡Mamá!- exclamó JungKook, avergonzado.- ¡Abuela dile algo!

- No pequeño Kookie...- dijo su abuela, abrazando a su nieto menor, besó la mejilla del mismo con cariño. La razón del sonrojo del alfa, es que el pastel tenía forma de galleta con el símbolo de Iron Man en el centro.

- Ya soy mayor de edad...- dijo avergonzado pero feliz de que su madre, abuela y mejor amigo se tomaran el tiempo de hacer un pastel para él.

- Seguiras siendo Kookie Man toda la vida- le dijo JiMin haciendolo sonrojar mas.

Sin embargo, a pesar de estar avergonzado, se sentía dichoso y feliz, era un sentimiento único que lo llenaba y embargaba de manera maravillosa. Luego de tantas batallas, de tantas caídas, de tantas lágrimas, de cada una de las heridas hechas en su pasado por sí mismo y la culpa que creyó tener, ahora se veía feliz. Hace tanto que dejó ir a su compañera de culpas, siente que el tiempo ha transcurrido rápido, pero al ver sus recuerdos sabe que ha aprovechado cada segundo al máximo, que cada cosa valió para llegar a ser alfa que ahora es.
Siente tan lejano esas noches en las que llamaba a JiMin llorando, esas veces donde su mejor amigo le consoló en silencio cuando su padre lo rechazó, esas noches donde su razón se tiró al abismo para perderse para siempre...
Miró a su alrededor y comfirmó que cada día había valido la pena. Ahora su mejor amigo era feliz, tenía un alfa que cuidaba de él, y aunque JungKook sabe que al principio Min no le agradaba para nada, agradece que se haya quedado con ellos. Porque su madre podía darle todo lo que necesitaba, sin embargo para un cachorro la aprobación de un alfa mayor también era importante. Recuerda y se avergüenza de las primeras preguntas que le hizo a YoonGi, espera que nadie mas se entere, porque le daría vergüenza si su mejor amigo y madre se enteran.

Su madre sonríe al verlo, y él le devuelve la sonrisa.

- Vamos, cachorro, sopla...- le dice sonriendo. Y aunque se sonroje, ama cuando su madre le dice "cachorro".

Tomó airé y sopló sobre las velas que conformaban el número dieciocho. Su único deseo fue...

"Que todos, en mi manada, seguimos siendo felices..."

JiMin aplaudió, su abuela también y él se aplaudió así mismo...
Un cumpleaños mas, cerca de quienes mas amaba...



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Heridas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora