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Capítulo Final

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Me limité a caminar de forma rápida por los pasillos, hasta llegar a la entrada de mi camarín. Podía escuchar a lo lejos cómo los periodistas se mostraban muy alterados, mientras Seokjin intentaba calmarlos una y otra vez, pero parecía que mi amigo no podía tener éxito.

Tendría que disculparme con mi hyung luego, no debí haberlo dejado solo con esos idiotas. Pero no pude evitarlo. De hecho, fue lo mejor que pude hacer. Dado a que, si seguía un minuto más allí, terminaría golpeando a más de una persona; iniciando por el tal Byun Baekhyun, quien claramente era muy bueno haciendo su trabajo, pero a mí me jodía de sobremanera.

Noté entonces que yo seguía sujetando la mano de Jimin, quien no ponía resistencia en absoluto; se mantenía callado, siguiendo mi paso. Eso fue algo que le agradecí mucho en silencio, porque no quería tener que lidiar con algo así también. Aunque él estaba en todo su derecho de alejarme.

Antes de seguir perdido en mis pensamientos, opté por abrir la puerta y permitir que Jimin ingresara primero al camarín. Una vez que él se encontró dentro, yo también me adentré a la habitación y cerré la puerta detrás de mí, colocando el seguro de la misma en el proceso.

Suspiré sonoramente. Estaba muy cansado y estresado. Todo lo que me estaba tocando pasar era demasiado. Me estaba volviendo loco. Necesitaba despejarme aunque sea por unos minutos.

Me di vuelta y posé mi vista en el chico que estaba frente a mí; el hombre que había llegado a mi vida solamente para alterarla por completo.

—¿Qué significa esto, Taehyung? —preguntó él. Pude notar que había una gran mezcla de emociones en su voz. Si se le daba por golpearme de repente, no me sorprendería y tampoco podría culparlo.

Jimin me miraba con atención. Lucía triste, dolido, enfadado. Pero principalmente parecía decepcionado, lo cual provocó que un nudo volviera a hacerse presente en mi garganta.

Luego de haber sido un adolescente bastante rebelde en mis primeros años de carrera, yo supe comportarme de forma correcta y ejemplar. Y sin darme cuenta, dado a que estaba buscando ser aceptado y no arruinarlo, terminaba haciendo lo que todos a mi alrededor querían que haga; nunca hacía lo que yo en verdad deseaba.

Cosas simples como llevar puesta la ropa que me indicaban, pasaron a convertirse en decir lo que fuera que me ordenaran (sin importar si yo creía en eso o no), para después terminar en una boda poco después de mis treinta para "no levantar sospechas acerca de mi sexualidad".

Yo nunca me había planteado la idea de ser homosexual. De hecho, solamente había salido con mujeres toda mi vida, por lo que me parecía ilógico el argumento que utilizaban todos. Pero me aseguraron que tristemente vivía en un país donde era mal visto que un hombre, que ya pasaba los treinta, no estuviera casado. Menuda estupidez, a decir verdad. Pero yo fui tan idiota como para aceptarlo.

Jisoo y yo sí éramos pareja en verdad. Yo estaba loco por ella. Era la primera vez que sentía que estaba con la persona correcta, pero no llevábamos mucho tiempo saliendo como para casarnos. Por lo que optamos por hacer pública la relación, logrando así retrasar el "plazo" que me había impuesto mi compañía. Pero no pudimos convencer por mucho tiempo a la empresa y al público, que poco después comenzó a insistir otra vez.

Cuando finalmente nos casamos, decidí alejarme de todo, para poder dejar de vivir en base a los deseos de los demás. Si bien yo amaba la actuación y la música, no me gustaba estar bajo el centro de ese tipo de atención. Estaba cansado de eso, así que decidí irme. Lo único que quería era vivir haciendo lo que quería, sin que me importara lo que la gente pudiera llegar a pensar o decir de mí.