🔞Oportunidad [Terminada] Lukanette

XIX: ¿Listo?

—Luka—

Desperté con un dolor de cabeza terrible, no debí tomarme toda la botella, sigo sin entender porque busco la solución al beber es algo ilógico y absurdo.

«Hoy debo decidir»

Quisiera no poder hacerlo pero debía. Nuevamente analicé los pros y contras pero aún así me confundia más y más.

Me destrozó el corazón, no tenía derecho a verme... Yo no podía verla sino sería peor, ya tengo el daño suficiente en mi corazón como para agrandarlo más.

Se acabó... Se acabó para siempre.

Después de desayunar decidí dar un pequeño paseo para poder tomar un poco de aire fresco, lo necesitaba demasiado.

Me tomó un año y medio poder recuperarme de eso y 6 meses estando “Bien” aunque no era del todo cierto.
Recordaba cada momento juntos, cada beso, cada caricia, cada encuentro. No podía olvidar el sabor y textura de su piel, sus gemidos, sus palabras cariñosas, vale todo en general.

Ningún encuentro con chicas me gustó por una sencilla razón, ellas no lo hacían por amor sino por pasar la noche con un chico, yo lo hacía en plan de olvidarla pero no daba resultado además de que heria los sentimientos de las chicas así que decidí dejar de hacerlo. No sería un mujeriego.

Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me percaté de que estaba a punto de ser atropellado, por suerte alguien me tomó de los hombros mientras me decía «¡Cuidado!»
Ya estando de vuelta a la realidad me topé con la vista de Alya quién me observaba entre preocupada y molesta.

— ¿Qué demonios Luka, en que estabas pensando? Casi mueres

— Y-Yo... Estaba muy distraído

— Ya lo noté ¿Qué sucede?

— No quisiera hablar de eso — Metí las manos a los bolsillos

— Ya se que ocurre, pensabas en Marinette... De nuevo

— Tu sabes que no hay día que no piense en esa azabache

— Y más cuando te enteraste que Adrien logró localizarla, creí que lo descubriría antes

— Si... Espera ¿Qué... Ya sabías donde estaba?

— Si desde siempre pues es lógico soy su mejor amiga

— ¿Y por qué no me lo dijiste?

— Tu mismo me dijiste que no querías saber absolutamente nada de Mari así que por eso no lo hice, no me eches la culpa

— Tienes razón, y ¿Ella está bien?

— Lo está

— ¿Puedes contarme? Por favor

Arqueó una ceja, se que mi pregunta la sorprendió pues era la primera vez en un largo tiempo que le preguntaba acerca de su mejor amiga.

— Tienes suerte que tengo tiempo de sobra, vamos

Fuimos al parque luego de pedir un helado para cada uno. En verdad que me hacía falta comer uno.

— Ella vive en departamento que comparte con alguien, no puedo decirte quien, en fin, estudia diseño de modas y después de eso va a sus prácticas donde su maestro la convirtió en una de las diseñadoras más importantes de Roma...

— Espera, dijiste que vive con alguien ¿Quién?

— Ya te dije que no puedo...

— Por favor