XXVI: Desaparición

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—Marinette—

Se subió encima mio y besó mi cuello, me mordí el labio inferior reprimiendo los gemidos que amenazaban por salir de mi boca.

— Lo recuerdo, recuerdo todo
Se separó sorprendido ante mis palabras — ¿Estas segura?
— Si, pero por ahora solo quiero...

Desabotone si camisa la cual arroje al piso, acaricie su pecho, repasando sus cicatrices viejas y más recientes. Me parecía bastante rudo.

Me despojo de mis prendas con sumo cuidado y ternura, podía notar melancolía y temor en sus ojos pero también el gran amor que sentía por mi.

— ¿Qué sucede?

— Te amo como no tienes idea, Marinette

— Yo también te amo

— Haría cualquier cosa por ti, de verdad, cualquier cosa — Se deciso de su pantalón y boxers para después entrar en mi — Mi vida se convirtió en un completo caos sin ti

— ¡Ahh!

— Me pasé muchas noches en vela pensando en ti, creyendo que no me amabas, que no era suficiente para ti y que por eso me dejaste — Dio una estocada — Pero me alegra que no haya sido así — Otra estocada

— No... No fue mi culpa yo...

— Sufrí bastante

— Yo también

— Estoy feliz de tenerte de vuelta

Un par de minutos después ambos llegamos al climax, quería tenerlo junto a mi pero de pronto se levantó y comenzó a vestirse.

— Luka ¿Qué estás...

— Lo lamento Mari, no puedo

— Creí que me amabas

— Y lo hago pero he aprendido que también el amor significa dejar ir a la persona que amas para que sea feliz y eso es lo que voy a hacer, dejarte ir

— ¡No!

— ¿Acaso no lo entiendes? Todo lo que ha pasado ha causado problemas entre nosotros, hemos estado torturandonos, sufriendo por un amor imposible... Tal vez esto sea una señal de que no estamos destinados a estar juntos

Tal vez tenía razón pero estaba sumamente molesta.

— ¿Entonces por qué dejaste que esto sucediera? — Nos señale y a la cama — Pudiste haberme dicho esto antes ¡Pudiste haberme detenido! — Lágrimas salieron sin control — Me dejaste creer que estariamos juntos luego de mucho tiempo estar alejados... Me utilizaste

— Mari...

Intentó tocarme pero se lo impedi — No, nada de lo que me digas cambiará las cosas porque las has arruinando, arruinaste toda oportunidad de que convieramos bien, yo... Me alegra que lo nuestro no sea posible, enserio lamento lo que te hice en el pasado, me siento mal por eso pero eso me hizo darme cuenta de una cosa, que todo lo que intentamos para estar juntos solo sirvió para darme o mejor dicho, darnos cuenta de que todo lo nuestro no es sano para ambos, renunciamos mucho para estar con el otro... Nos hicimos mucho daño del cual dudo que saldremos fácil. Será mejor que te vayas

— Pero...

— ¡Vete, fuera de mi vista... Vete ya!

Terminando de colocarse las ropas salió de la habitación con la cabeza agachada, totalmente arrepentido de lo que había hecho, yo mientras tanto lloré como nunca lo había hecho.

Me sentía una tonta por haber renunciado a mi memoria por 2 años los cuales sentía haber desperdiciado, renuncié a mi felicidad con tal de protegerlo, renuncié a ser guardiana por el bien de todos cosa que en realidad fue la única elección buena que hice.

Todo esto fue un perfecto karma tras haberle hecho daño tanto a él como a Adrien, me lo merecía... Por dios me merecía eso y mucho más.

Me volví a vestir con cierta dificultad, de pronto mis piernas fallaron y caí de rodillas aún solozando, la cabeza me dolía pero no le di mucha importancia solo quería desahogarme.

•∆•

Ahí estaba yo, en la ducha tratando de que el agua helada me relajara cosa que no servía, tal parece que a partir de ahora nada me haría sentir bien. Después de un par de minutos salí y justo antes de vestirme observé mi cuerpo desnudo en el espejo, volviendo a mi mente cada encuentro con Luka, Adrien, unos chicos que en el primer día de conocerlos tuve una aventura y con Félix este último siendo el recuerdo más significativo luego de pensarlo mucho. Él era diferente a todos con los que había intimado, hasta ahora me di cuenta de eso.

Me vestí con rapidez y me dispuse a buscarlo, le mandé un mensaje al darme cuenta de que no se encontraba en la casa. Estando afuera le eché un vistazo a la luna, aquella que durante toda mi vida salía a mitad de la noche para poder admirar su belleza. Salí de mi trance para comenzar a caminar pero de pronto una voz me hizo darme la media vuelta para enfrentarla... Sabía que en ese instante estaba en serios problemas.

Luka

¡Era un idiota, me sentía una basura! Trate de renunciar a ella pero la hice sufrir.

Me maldeci un millón de veces pero eso no solucionaría nada de lo que creí correcto... No tenía derecho alguno a tenerla cerca, había perdido la oportunidad de tenerla en mi vida pero era lo correcto para ella estar lejos.

Después de horas diciéndome lo estúpido que era, salí al balcón del hotel donde me hospedaba para tomar aire fresco cuando de pronto sin previo aviso entraron Félix y Adrien.

— ¡Luka! — Musitaron al mismo tiempo

— Ahora no chicos, no estoy de humor

— No es importante eso por ahora... Marinette ha desaparecido

Me asusté ante las palabras de Adrien. Él prosiguió

— Félix recibió un mensaje de ella preguntando donde estaba pero cuando llegó a la casa de sus padres ellos dijeron que había salido desde hace 3 horas, hemos buscado por todos lados pero nada

«Todo esto es mi culpa»

¿Creen que ese alguien que le quería hacer daño la haya...

— Si — Félix estaba mucho más desesperado que nosotros — Pero no sabemos quién es así que...

— Por suerte yo si lo sé

— ¿Qué, lo sabías?

— Si y ella está demasiado molesta con Mari

— ¿Quién? — Traté de no sonar desesperado, no lo logré del todo

— Juleka


🔞Oportunidad [Terminada] LukanetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora