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No me gusta odiar, no me siento bien
No me gusta odiar, tú me obligas, tú me obligas
Yo prefiero amar, me queda mejor
Y aunque me esté matando

—Caros passageiros, bem-vindos ao Rio de Janeiro, Brasil—Habló el piloto

6:05 de la mañana, Julio miró a Isabela con una cara de no entender absolutamente nada de lo dicho anteriormente.

—Queridos pasajeros bienvenidos a Río de Janeiro, Brasil—Volvió a sonar el parlante.

—Ahí lo tienes—rió la morena.

—¡Buenos días!—Soltó Andrea detrás de los dos chicos—¿Que hacen los dos juntos acá? ¿No estabas sentada con Giulia?

Giulia asomó tímidamente la cabeza en el asiento del frente.

—¡¿Giu?!—exclamó la morena.

—¡En mi defensa! Entiendo a Julio, Guido ronca fuerte—soltó la rubia.

La morena le lanzó una mirada asesina a Julio, quien bajó sus hombros levemente.

—Tampoco fue tan malo—sonrió tímidamente el chico.

La morena sonrió dulcemente y tomó las mejillas del chico, apretujandolas suavemente.

—Cómo en los viejos tiempos—Sonrió la chica.

—¿Isa?—Canturreo Agustina sacudiendo a la chica .

¿Qué pasa?—dijo la morena acurrucandose en el asiento.

Voy a cambiar de puesto ¿ok? —soltó la castaña de cabello corto.

—Mmmm ok, solo dejame dormir—la brasileña dio media vuelta y se acurrucó en el asiento.

Buenas noches morena—susurró el español tomando asiento junto a la castaña de cabello ondulado.

¿Me dejas dormir?—susurró la chica.

El castaño sonrió, pasó su mano por los hombros de la chica y ella se acomodó en su pecho, durmiendo junto a él chico.

Nose que me pasa contigo, pero tengo miedo—susurró para él{¿Quizás es amor?

No lo sé, dime tú —sonrió la chica levantando su cabeza y viendo los ojos del castaño como platos.

Comprovemoslo—sonrió dulcemente, tomando la mejilla de la chica y besando sus labios.

Excelente trabajo Agus—soltó la rubia.

Gracias Giu —sonrió la chica.

—¿Viejos tiempos? —sonrió coquetamente, recibiendo un suave golpe en su cabello.

Isabela se levantó de su asiento y libero su equipaje de mano de los cajones sobre sus cabezas, aprovecha además de pasarle el bolso negro con características similares a un estuche de algún instrumento un poco más grande que su torzo a Julio, sin antes hacer un gesto al tomarlo entre sus manos.

Odio que no te odio; IsulioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora