Mi Jefe es un Demonio

Un Buen Trabajo, Da Buenos Resultados

—¡Izuku! Que alegría escuchar de ti, pensé que te había pasado algo ¿estás bien? —la voz de su madre se escuchó al otro lado de la línea, definitivamente estaba aliviada, y es que era normal su preocupación. Al tener una relación cercana con ella, Izuku solía llamarla al menos una vez cada semana, y si no podía, solía escribirle, pero debido a los problemas que había pasado con respecto a su anterior trabajado, le daba miedo hablarle y que se enterara que algo andaba mal.

—Lo siento por no hablarte, es que... tuve problemas en el trabajo —"al menos eso no es mentira".

—¡¿A qué te refieres?! ¿Todo está bien? —ya sabía de donde había sacado su lado ansioso...

—Sí, ya todo está solucionado, no te preocupes, solo me hicieron una transferencia a otra empresa —pudo escuchar un suspiro de alivio al otro lado de la línea.

—Ah, al menos solo fue eso, si hubieras perdido tu trabajo habría sido algo terrible.

—Ja ja, verdad —soltó una risa nerviosa. "Que bueno que no le dije nada".

—Entonces ¿cómo es el nuevo sitio?

—¡Todo va bien! He conocido a grandes personas que me han ayudado mucho para acostumbrarme al lugar —pensó en Uraraka, Iida y Kirishima —. Las tareas pueden ser algo difíciles, ya que mi jefe es algo uhm... ¿Complicado? Pero aún así, sabe hacer su trabajo así que no me siento tan mal, es hasta interesante verlo —confesó con una leve sonrisa.

—Me alegra mucho escuchar eso. Sí alguna vez te sientes incómodo en tu lugar de trabajo, debes decirlo.

—Sí, de acuerdo — "efectivamente lo hice y por eso terminé en ese problema".

Siguieron hablando un poco de cosas generales, aunque no duró mucho ya que ambos comenzaron a ser dominados del sueño. Luego de que ella le insistiera en que la llamara más de seguido, colgó deseándole buenas noches.

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Su fin de semana había sido perfecto, en el sentido de que había podido descansar a gusto sabiendo que pronto tendría dinero para poder pagar su apartamento, solo tenía que aguantar con sus ahorros un poco más. Por eso, llegó totalmente motivado el lunes, incluso se había levantado más temprano para ir a comprar algo de café con unos panecillos para desayunar en su oficina antes de que iniciara su hora de trabajo. Tenía que admitir que le estaba gustando mucho ese lugar y más por la vista que tenía, aunque nada superaba al ventanal que tenía su jefe.

Hablando de él, también le compró algo solo por si también quería un buen café en la mañana.

Cuando escuchó el timbre anunciando que el ascensor subió, salió de su oficina para saludarlo.

—¡Buenos días, Kacchan! —con una sonrisa lo recibió. El rubio solo soltó un chasquido ante esto, lo gracioso es que ambos ya se habían acostumbrado a esos apodos —. Mira, traje algo de café, es una tienda que queda cerca de mi casa, pero tiene un sabor único.

—Uhm, supongo que al menos ya estás siendo un poco más útil, Deku —"esa es su forma de decir gracias" pensó Midoriya.

Katsuki tomó el vaso y entró a su oficina, sin decir nada más.

Izuku sonrió, por ahora no le había gritado así que podía considerar que iniciaron bien la mañana. Como siempre, Katsuki le ponía una serie de ridículas tareas antes de comenzar en serio con su trabajo, esta vez, tuvo que acomodar los muebles de su oficina de una forma diferente para "cambiar de ambiente".