Curiosas miradas

(extra)

                 Rumores

En el instituto en el que chris era profesor se corrían rumores de que un aula solía ser usada como cuarto de motel, se decía que llegaban a estar ahí tanto alumnos como profesores y que incluso como pruebas se encontraban manchas esparcidas en la pared. Fue tanto el revuelo que causo dicho rumor que los estudiantes por puro morbo se acercaban a ver como cogían en el escritorio del maestro. Lastima que solo eran rumores

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Los cuchicheos durante la clase eran algo habitual, ni siquiera prestaban atención a la maestra quien dictaba su clase un tanto desesperada porque nadie hacia caso a lo que decía.

Piers, al contrario del resto permanecía viendo al frente  pensando en lo suyo, tratando de ignorar el murmullo que se esparcía de boca en boca; el aula hecho motel.

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Acabada la clase todos se levantaron para correr fuera del aula de manera desordenada y sin esperar a ver siquiera el trabajo que su maestra había dejado.

Piers bajaba la escalera junto a su amiga sherry, quien le comentaba la cantidad de supuestos estudiantes que fueron vistos saliendo de aquel aula y que de entre todos ellos jill valentine era quien mas destacaba, pues supuestamente se le había visto con un maestro: chris redfield.

El castaño prestó toda la atención a la rubia, le miro a los ojos y enarcando sus cejas curioso le pidió a su amiga que continuara con aquel relato, así entonces habiéndose sentado en la cafetería sherry siguió en su cuento – muchos aseguraron haber visto al maestro redfield salir de allí mientras acomodaba su camisa y que a los pocos segundos de que el se fuera salio jill un tanto despeinada – la rubia comenzó a carcajear al pensar en la escena bochornosa y se sintió un tanto molesta al perderse semejante drama. Piers le siguió el juego y río tanto como su falsa carcajada le permitió, le pidió a su amiga que solo no escuchara tonterías y le propuso hablar de algo mas mientras pasaban su tiempo restante en aquel lugar antes de su próxima clase, su favorita y con cuyo maestro ahora era blanco de chismes, burlas y miradas extremadamente coquetas.

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La clase de educación física había dado inicio, los estudiantes ya en su uniforme deportivo calentaban sus cuerpos corriendo al rededor de la cancha, entre tanto su entrenador preparaba el juego para ese día – muy bien chicos, vengan acá – chris hizo sonar su silbato y enseguida su grupo de estudiantes estuvo reunido – este es un juego sencillo y ya muy conocido – les mostró la pelota que llevaba en la mano – un juego de agilidad y rapidez. Quemados – los ojos azules se pasearon por la mirada de quienes se quejaron, sabia que sus alumnos odiaban ese juego, sin embargo, sentía satisfacción cuando veía a la única persona que como el disfrutaba de ese deporte: piers nivans

De alguna manera sus ojos solo no lo dejaban, los atraía como imanes y lo hacían sentir urgido con solo ver su cuerpo estando lleno de sudor y respirando con fuerza, así mismo lo imagino bajo suyo siendo sometido por el. Mordió el interior de su mejilla y dejo caer el balón al suelo dando un silbatazo – bien, formen sus grupos – no le quedo de otra mas que apartarse, debía dejar de encontrarse con esos ojos miel o seria su perdición.