10.

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Sol.

Después del reencuentro con Romeo, quedamos en vernos, según tengo entendido por Tommy, Romeo estaba hasta las manos con migo, ese era el porque de ser tan buena onda ahora.

Se encontraba en mi casa, más precisamente en mi pieza, escuchábamos "Callejeros", que a mi parecer era la mejor banda de Argentina.

—viste que van a dar un show en el monumental —me informa —

—no tenía ni idea, boludo —sonrió prestandole atención—

—mira, mi viejo trabaja armando escenarios y toda esa garcha —asiento sentandome en mi cama enfrente suyo —justo le toca armarles a ellos, le pregunto si puede buscar alguna entradita y te aviso

—sos un genio, Sid —me tiro encima suyo para  abrazarlo a lo que el acepta—

—fíjate si no esta acá—Damián se calla y pone cara de sorpresa —

Había entrado a mi pieza, sin golpear, con Nacho, el último me miro examinado a mi y a Romeo, me separe rápido del castaño y mire sorprendida a los dos chicos que me miraban desde la puerta.

—no sabía que estabas Romeo —mintió Damián fingiendo su sorpresa—

Sabía que Romeo hoy iba a venir a comer a casa, tras aver sido invitado por mi vieja a almorzar

Nacho sólo clavo su mirada en Romeo que sonreía simpático mostrando sus hoyuelos y luego miro a Dam.

—veníamos a ver si estaba el cargador de Nacho —explica —

—anda te a la mierda, Damián —escupe Nacho —

Mira con desprecio a mi hermano y sale a pasos apurados directo a las escaleras.

—no te lo puedo creer —le hablo a Dam asombrada y salgo de mi pieza —

Corrí detrás del morocho, que salía de mi casa puteando a lo bajo, detrás mío venía Damián que trataba de frenarme.

Salí por la puerta de mi casa y corrí lo más rápido que pude al verlo acercarse a su auto, lo freno tomando de su brazo haciendo que se de media vuelta y me mire.

—es un amigo —me apresuro a darle explicaciones —

—no me tenes que explicar nada, sol —habla enojado —vos y yo no somos nada flaca, que te entre en la cabeza.

—¡entonces explícame ¿porque mierda te pones así?! —chillo dolida por sus palabras —

—déjame de joder —murmura apretando sus dientes —sos una pendeja, venís y me decís que me amas y no se que poronga más, y ahora te andas curtiendo a ese —señala a la casa — deja de romperme las pelotas, sol.

—no me curto a nadie, estupido —agarro con fuerza su mano para evitar que se valla —¡te quiero a vos!, ¿no entendes? —murmuro lo último soltando su muñeca —

La puerta de mi casa se abrió haciendo que Ignacio mire a ella, donde de seguro se encontraba mi hermano.

—¡sos un forro! —señala con su dedo a mi hermano —y vos también —finaliza mirándome a mi.

—Nacho—quito las lágrimas que inconscientemente habían caído de mis ojos —juro que si te amo

—jodete.

Quitó mi mano de su muñeca y subía a su auto, no me dio bola y desapareció por la calle.

—dejalo —dice Dam.

—¡¿cuál es el puto problema?! —le gritó mientras inconciente se forma un puchero en mis labios —

—que sos mi hermana y el era mi amigo —murmuró —déja de joder con Ignacio, Sol.

—despues la pendeja soy yo, pero vos sos el inmaduro que no se banca que su hermanita este hasta las manos con su mejor amigo —hable irónica —déjate de joder vos Damián.

—sol.

—sol nada —me quejo —la cagaste.

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2020 ⏰

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