Número 37

26K 2.3K 2.3K
                                    

Cuando se enfoca en una cosa en cierto punto del partido, olvida completamente todo lo demás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando se enfoca en una cosa en cierto punto del partido, olvida completamente todo lo demás.

Cuando se enfoca en una cosa en cierto punto del partido, olvida completamente todo lo demás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Año: 2012


Puede que hubieran ganado el partido contra Nekoma que les daría el pase casi seguro al Torneo de Primavera, pero Akaashi Keiji no quería relajarse.

¿La razón de ello? Tenía nombre y apellido, pero a Akaashi le gustaba llamarle de una única manera:

Bokuto-san.

—¡Ah, Konoha! ¡Ven aquí, desgraciado! —Bokuto le gritó al muchacho compañero de equipo, que se encontraba tirado sobre el suelo y bebiendo agua de forma parsimoniosa—. ¡¿Viste mis remates?! ¡¿Los viste?!

Bokuto dejó escapar una carcajada bastante estruendosa. Todo el resto del equipo debió dar un sobresalto ante tan escandaloso ruido, pero la mayoría estaban sencillamente acostumbrados.

Era Bokuto-san, después de todo. A ninguno le sorprendía en absoluto que fuera de esa forma. De hecho, se preocuparían el día que no estuviera riéndose como un maniático egocéntrico que amaba regodearse de sus habilidades y grandeza en el partido.

Por supuesto, Bokuto no lo hacía con maldad. O no tanta maldad.

Era solo su manera de levantar su propia autoestima luego de haberla casi embarrado en el partido.

—Los he visto, Bokuto —suspiró Konoha con una sonrisa; puede que Konoha fuese uno de los más maliciosos del equipo, pero, al igual que Akaashi, sabían muy bien cuándo seguir la corriente a Bokuto—. ¡Hemos ganado gracias a ti!

—¡Siempre nos terminas salvando! —aportó Komi, el líbero de Fukurodani—. ¡Siento pena por los que queden cuando tú ya no estés!

Yamato, otro miembro del equipo, haciendo lentamente un par de veces. Uno de los jugadores de primero tembló de terror al imaginar el futuro del equipo sin Bokuto.

Bokuto se acercó al muchacho y le palmeó entre los omóplatos. El capitán de Fukurodani no medía mucho su propia fuerza bruta, por lo que Akaashi estaba casi seguro que estuvo a punto de dislocar la columna vertebral del pobre muchacho.

Las 37 debilidades de Bokuto-san [BokuAka] - HAIKYUUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora