baby 丼 kookmin.

capítulo 02

Jimin tuvo que esperar a que Jungkook despertara mientras él por si mismo intentaba asimilar la noticia.

Instintivamente llevó las manos a su pancita, sintiendo un muy pequeño bulto que ahora sabía no era sólo por gordura. El doctor Shin sonrió. —Es un poco impactante ¿no? ―Jimin asintió―. Recuerdo cuando mi esposo quedó en cinta, sólo que él tuvo presente los síntomas desde mucho antes que tú.

—¿No es malo?

―No, realmente, ningún embarazo es igual a otro. Tú por ejemplo no tuviste demasiados síntomas, pero su esposo los está teniendo al parecer, a eso se le llama embarazo por simpatía.

―¿Y eso está bien?

―No mucho, al menos no para él, va a sentirse mal y tener síntomas diferentes pero no es grave, tú también podrías llegar a tener síntomas pero afectarán más a su esposo ―el doctor le dedicó una sonrisa amable y comenzó a deslizar los dedos sobre el teclado de la computadora frente a él―. Te recetaré algunas vitaminas y ácido fólico, aunque debes de consultarlo con un obstetra.

Para entonces, Jungkook comenzó a removerse sobre la silla y abrió los ojos con pesar.

―Bienvenido de vuelta, señor Jeon.

―Ah... Creí que era un sueño ―murmuró el menor sobando su sien―. Pero, ¿cómo pasó?

―Jungkook, no preguntes estupideces, ¿qué esperabas si no nos cuidábamos?, ¿un refrigerador?

Jungkook sonrió y tomó la mano de su esposo, acariciándola, sus ojos brillando con intensidad.

―Tendré que pedirles que vayan a visitar a un especialista para que llevé el registro del progreso de Jimin, conozco a un par de obstetras con buenas referencias así que les daré su dirección.

―Gracias doctor.

La pareja salió de la clínica y se quedaron en silencio por un par de minutos, en que se dedicaron a mirarse entre sí. Fue entonces que los ojos de Jimin comenzaron a llenarse de lágrimas y Jungkook entró en pánico, pues el mayor desde que lo conocía nunca había llorado, hasta ahora.

―Bebé, ¿qué pasa? ―el menor tomó por las mejillas al pelirosa que había intentado agachar la cabeza y alejarlo―. ¿Por qué lloras?

―Es que... ¿Qué pasa si tú no querías esto? Aún somos bastante jóvenes y un bebé es una gran responsabilidad y... ―Jimin hablaba entre sollozos, atrayendo un par de miradas de los transeúntes. El menor se limitó a sonreír y acariciar su fino cabello, esa acción casi siempre lograba apaciguarle.

―¿Bromeas? ¡Esta es la mejor noticia que he recibido en la vida, cariño! ¡Estoy tan feliz de saber que todo este amor que hay entre los dos haya sido capaz de crear a un pequeño que ahora crece dentro de ti! ―Jungkook sintió su corazón derretirse al ver la sonrisita avergonzada de su esposo―. No te preocupes, Jiminie, lo haremos bien.

Llamaron cuando ya se encontraban de vuelta en su casa al obstetra, quien no tardó en agendar la cita para el inicio de semana pues el embarazo ya estaba un poco avanzado y debían de ver si el bebé se desarrollaba con normalidad.

Jungkook no había dejado de mirar a Jimin con una sonrisa embobada en su rostro, y a pesar de haber sido atrapado más de una vez por el mayor no le importó demasiado, era lindo ver a su pareja arrugar su pequeña nariz y girarse avergonzado.

―¿Por qué me miras de esa forma? ―preguntó Jimin mientras preparaba la comida.

―Porque eres lindo y te amo ―Jungkook abrió sus brazos para que el mayor fuese y poder abrazarlo, dejándolo de pie en el medio de sus piernas―. Gracias Jimin, gracias por darnos la oportunidad de ser padres.