capítulo 04

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Jimin no se sentía nada bien tan pronto había despertado, estaba seguro que si probaba bocado alguno de comida, probablemente no duraría demasiado en su estómago.

Y no, esta vez no se trataba de un síntoma de su embarazo, sino debido a los nervios que sentía de saber finalmente el sexo de su bebé.

Jungkook no se había acercado a él, y no lo culpaba, cuando se encontraba nervioso solía también venir acompañado de hostilidad y eso ya lo sabía muy bien el menor, siendo capaz de soltar un par de maldiciones o hasta golpes por no darle su espacio.

Le tendió una botella térmica con té y le guiñó un ojo, dando pequeños empujoncitos en su cintura. -Vamos, amor, se nos hará tarde ―al ver que el mayor no se movía del lugar, suspiró y lo tomó por las mejillas, acariciando la suave piel y apretándola débilmente―. ¿Por qué estás tan asustado, bebé?

—No lo sé ―Jungkook también había descubierto que, desde que el mayor había quedado en cinta, se había vuelto más sensible a todo; cuando antes apenas y solía derramar lágrimas, ahora lloraba hasta por ver televisión.

Y era realmente gracioso ver las lindas reacciones de su esposo, pero algunas veces el azabache ya no sabía como calmar su llanto, por ello lo apretujó entre sus brazos tanto como pudo debido a la panza ya más notable y besó su frente y mejillas reiteradas veces, al menos hasta que escuchó la risita del mayor que se quejaba por las cosquillas.

―¡Ya Jungkookie, da cosquillas! ―Jungkook vio maravillado los ojos de su esposo, más brillantes que de costumbre y soltó un suspiró enamorado. Le tendió una mano que el mayor tomó después de dudar unos segundos.

Anduvieron a pie hasta la clínica, pues el doctor Chae le había recomendado dar algunos paseos de vez en cuando pues de esa forma al momento del parto sería menos complicado para el mayor.

―Bienvenidos, ¿listos para saber el sexo de su bebé? ―preguntó el uniformado tan pronto los vio entrar.

Jungkook asintió y ayudó a subir al mayor a la camilla mientras el doctor preparaba la sonda, no pasando por alto la presencia de un pequeño niño sentado detrás del escritorio del doctor. ―Es mi hijo, no encontré a alguien que pudiera cuidar de él ―sonrió al ver a Jimin mirando atentamente al retoño que jugaba con un par de muñecos―. Jimin descubre tu panza, por favor.

El pelirosa alzó con trabajo su panza y Jungkook tomó su mano al ver que temblaba, dándole un apretón que llamó su atención y le dio una sonrisa tranquilizadora.

―Sentirás un poco de frío ―avisó el de traje, y la piel de Jimin se erizó cuando el gel fue colocado y expandido con la sonda por su abdomen.

Ambos miraban con atención la pantalla mientras veían al doctor mover su mano para dar con una buena vista. ―Bueno, es tímido, déjame moverme un poco más ―la mano del doctor siguió masajeando alrededor y Jimin ya sentía su corazón detenerse hasta que escuchó un grito de satisfacción del hombre―. ¡Aquí! ¿están listos para saberlo?

Jungkook y Jimin asintieron sin despegar la mirada del doctor y Jungkook tuvo que reprimir un chillido pues el mayor apretó su mano demasiado fuerte.

―Es una niña, o bueno, es difícil de decir ―Hyungwon rió y limpió el gel del abdomen de Jimin después de tomar un par de fotos de la ecografía―, pero eso parece.

―Eso no me dice nada ―se quejó Jimin en voz alta con los labios abultados, pero ya se sentía más calmado ahora que todo había pasado.

―Bueno no hay una fiabilidad del 100% durante estas pruebas, así que no puedo asegurarlo del todo, además que apenas y pude captar algo por la posición en que se encuentra. Está creciendo bastante bien y la medida del pliegue nucal descarta alguna anomalía cromosómica, no hay nada por lo que deban preocuparse.

―Gracias, doctor Chae.

―Lo único que debo decirte es que quizás comienzas a sentirte más cansado conforme se acerqué el día, incluso habrá días en que no querrás mover ni un dedo y es normal. Debes de decidir si será un parto natural, por cesárea o en el agua y preparar lo necesario para el día.

―Por cesárea ―contestó el mayor casi de inmediato provocando una risa en el doctor. Jungkook se había entretenido con el hijo del doctor y ahora jugaba con un par de carros mientras Jimin lo veía enternecido.

―Muy bien, te daré una nueva cita cuando falten un par de semanas para programar la cesárea y, ¿visitaste el lugar que te recomendé?

―Es muy bueno, gracias doctor Chae. Solo he ido un par de veces con mi amigo porque Jungkook no puede ir debido a su trabajo pero intento enseñarle lo que aprendo.

―Dime Hyungwon, tenemos casi la misma edad y es incómodo. Me agrada que hayas ido, cuando tuve a JooHeonie nadie me dijo que sería tan difícil, me hubiese gustado saberlo.

Jungkook fue sacado del consultorio por Jimin después de un berrinche, en el que terminó prometiendo al pequeño hijo de Hyungwon volver a jugar con él.

-Bueno, ahora que sabemos que será una niña podemos comenzar a comprar cosas para ella no crees.

―Uh, no lo sé ―Jimin hizo una mueca mientras sentía como el menor tomaba su mano y entrelazaba sus dedos―. ¿Sabes? Tengo la extraña corazonada de que será un niño.

―Eso es lo de menos, será tan lindo como tú sea niña o niño, vayamos al centro comercial y pasemos un buen rato ¿bien? ―Jimin no pudo negarse, a pesar de sentirse un poco cansado siendo que era bastante temprano, no pudo porque su Jungkookie sonreía emocionado.

Entraron a una tienda de ropita y artículos de bebés y Jungkook desapareció en la sección de ropa, mientras Jimin deambulaba alrededor, mirando algunos muebles y cunas que tal vez comprarían. Aunque la madre de su esposo ya le había advertido que el bebé dormiría más con ellos que en su propia cuna, Jimin sería un padre estricto y no criaría a su bebé para que fuese un malcriado, o al menos eso era lo que decía.

―¡Mira Jimin, conseguí ropa muy bonita! ―el menor llegó a su lado en un grito agudo, provocando la risa del mayor al verlo tan exhaltado con un montón de ropa de colores entre sus brazos.

—Bebé, traes muchas cosas, no podemos comprar todo de una vez ―Jimin tomó un par de prendas de las manos del menor al ver que apenas y podía sostenerlas, y en cuánto vio un enterito de un oso lo dejó disimuladamente en la canasta de compras―, eso es necesario así que lo llevaremos.

Llevaron un par de faldas y bonitos conjuntos, pues aunque no sabían con exactitud el sexo de su bebé la ropa era solo un pedazo de tela al final de cuenta, y su bebé lo usaría sin importar su sexo.

También terminaron comprando una cuna muy linda y un mueble de un tono pastel para el cuarto de su bebé.

Justo cuando salían de la tienda, Jimin soltó un quejido bajito y se detuvo, con los ojos bien abiertos, mientras se sostenía del brazo de Jungkook quien se giró alarmado. ―¿Te sientes mal? ―se acercó al mayor al ver que sus manos se encontraban sobre su pancita.

―Acaba de patearme, ¡Jungkook el bebé acaba de patearme! ―la sonrisa rectangular de Jimin se contagió al menor quien no tardó en caer sobre sus rodillas y tocar la pancita del mayor.

―Vamos bebé, golpea a papá, golpea fuerte su pancita ―susurraba con los ojos cerrados al estómago descubierto de Jimin, sin importarle estar en el medio del centro comercial. Sus manos se movieron sobre el estómago del mayor y logró sentir un pequeño golpe sobre la palma, que lo hizo chillar con emoción―. ¡Otra vez bebé!

El bebé no dejo de moverse tanto como Jungkook le estuvo murmurando a la pancita, mientras Jimin acariciaba su cabello con una sonrisa. ―Reconoce mi voz, Jiminie.

—Claro que lo hace, eres su padre, tonto.

baby 丼 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora