Amo tus besos

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Hasta que por fin respondió -Dices que pocas personas valen la pena, me gustaría saber que es lo que vale la pena para ti -dijo con tanta calma que no parecía real, parecía un robot que solo apuntaba mis palabras, como si fuera relevante algo de lo que dijera

-Alizon.

Después mi mente se torno en blanco, ya no sabia que decir, la doctora me intento hacer platica, pero si decía algo, terminaríamos hablando de mis cortes, y no quería que eso pasara.

Se termino la hora y por fin pude regresar a casa, donde Alizon me esperaría.

Llegue a casa y Alizon estaba haciendo la cena, en cuanto escucha la puerta serrar pregunta

-¿Suni, eres tu?-dijo con su voz tan dulce como siempre

-Si, soy yo- la veo en la cocinando y llego por su espalda y la abrazo fuertemente -te extrañe -ella apaga la estufa y se voltea.

-¿Como te fue? - yo no respondí, solo la abrase fuertemente

-Te extrañe, demasiado -dije mientras cerraba los ojos, y ella me correspondió el abrazo. Ella me entendía perfectamente tan solo con mirarnos, sabíamos que quería la otra.

-Hay que comer Suni -se separo y yo le di un beso corto, ella solo sonrió y siguió poniendo la mesa, le ayude, y finalmente comimos mientras de fondo se escuchaba una película que Alizon puso para escuchar mientras estaba cocinando, y después de comer la película se avía acabado

Luego de que la película se acabara, nos fuimos a la aviación a dormir, ya que al día siguiente, a mi me toca ir a la escuela, y a ella al trabajo, ya que es 6 años mayor que yo.

Al estar en el cuarto nos cambiamos y nos fuimos a la cama, nos miramos por un buen rato, y ella se lanzó a besarme, obviamente le seguí el beso. Después de eso no me acuerdo mucho, estaba demasiado cansada; lo último que recuerdo es acomodarme en el pecho de Alizon, para después escuchar un "amo tus besos" de parte de ella.
Me sentía cómoda en sus brazos, una sensación calurosa y a la ves reconfortante, la amaba, era mi única razón por la que me levantaba en las mañanas. De inmediato me dormí.

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Al levantarme, savia que tenia que ir a la escuela, no quería, era horrible ese lugar. Camine hacia la cocina, y note un papel en la mesa que decía :

"Buenos días bebe, espero que hoy sea un buen día para ti, no olvides tu almuerzo, y recuerda que te amo <3
- Alizon"

Esa carta fue una razón para poder ir a la escuela. Me arregle y tranquilamente me fui hacia mi escuela, caminaba con mis audífonos y mirando al piso, de todos modos nadie me hablaba y era mas fácil sentirme menos sola.

Al llegar a mi escuela, había una chica nueva, no le preste mucha atención, al gin y al cabo me terminaría odiando, como siempre. Al poco rato por fin la reconocí, su voz era conocida, su rostro... Ella era Lucy, mi mejor amiga a los 14 años, y mi primer amor. Mentalmente tenía una crisis, pues, ¿como rayos ella y yo coincidimos en la misma escuela? ¿Se acordara de mi? ¿Por que me preocupa su atención? ¿Ella que hace aquí y porque? ¿Se habrá mudado?.
Finalmente decidí ignorarla, si ella no hablaba con migo no le hablaría. Pero ella nunca me dirigió la palabra, simplemente me ignoraba. Había dos opciones, una era, no me recordaba o la otra era que no quería hablar con migo. La opción dos era la mas probable, ya que nos alejamos en malos términos

Mi día siguió como de costumbre pero a diferencia que ahora si quería regresar a casa y abrazar a mi novia solo para sentirme mejor. Lo que sentía era una precisión en el pecho muy fuerte, al principio pensé que me estaba dando un ataque cardíaco pero ni sentía tanto dolor como lo marcaban en las películas.

Termino la escuela, fui directo a casa a hacer la tarea, como era lunes decidí que al terminar solo iba a dormir hasta que llegara Alizon. Pero pasaron horas y no llegaba,sentía que algo malo le sucedía, había chocado o la atropellaron, en el trabajo se atrasó, o su jefe le obligaba a hacer horas extra, En mi cabeza pasaron muchos escenarios, desde grotescos y tristes lo suficiente como para ponerme a llorar. Finalmente me preocupe y la llame, ella estaba bien al parecer solo había mucho trafico. Sentí alivio, pues mi mente estaba llena de situaciones dignas de una buena película de misterio u horror.

Alizon llego y corrí a abrazarla, mientras mi rostro estaba lleno de lágrimas, sentía mucha tristeza y alivio, por fin estaba con migo y nadie mas.
-¿Por que lloras honey?- dijo Alizon con algo de preocupación y cansancio, mientras acariciaba mi cabeza con una mano y con la otra me abrazaba.

-Mi mente...- dije casi sollozando- mi mente me puso muchos escenarios muy feos y grotescos. Me... Da alivio que estés aquí, no sueles llegar tarde-

-Perdón, fue mi culpa, debí haber llamado- me abrazo mas fuerte

-Tienes razón- la abrace mas fuerte- pero es mi mente, siempre me pone los peores escenarios y me causa estrés

-Por eso tienes que ir con psicóloga- dijo con tristeza y dulzura mientras alzaba mi barbilla.

-No me gusta- dije casi sonando como berrinche

-¿Por que no? Tienes que ir- junto su frente con la mía, mientras yo le miraba sus labios.

-No me gusta hablar con ella, solo quiero hablar con usted- oculte mi cara entre su cuello y su pecho- ¿no puede ser así??

-Sabes que yo no tengo todas las respuestas- beso mi cabeza - pero sabes que yo estoy para apoyarte- me tomo de los hombros y me jalo para mirarnos frene a frente- así que vas a ir, por mi, ¿ok?- eso último lo dijo de manera retadora

-Bien- dije con un puchero y la bese- pero al final de cada sesión tendrás que darme un helado- 

Al día siguiente fui a mi escuela, Lucy seguía sin hablarme y no me molestaba, de hecho me sentía mejor, y me siguió ignorando durante un mes entero, mientras que yo solamente dibujaba en mi banca.

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⏰ Última actualización: Apr 29, 2020 ⏰

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