🌾Capítulo III🌾

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<Capítulo III>
"Revolcón."

—¡Me haces cosquillas! —Gritó con risas Dipper al sentir la boca del hombre en su cuello.

—Shh... —Calló el otro intentando hacer que midiera el tono de su voz pero era casi imposible pues él también estaba riendo a todo pulmón de repente.

—A mi no me estes gritando en la pinchi madre.

El mayor rodó los ojos para seguir en lo suyo para intentar callar al castaño y eso funcionó en parte, pues ahora éste solo expulsaba jadeos al sentir los besos en su cuello, se quitó la playera naranja para hacer que los besos continuaran por su pecho hasta sus pezones donde sentía como eran succionados y mordisqueados de vez en cuando,  pero luego comenzó a descender hasta la orilla del pantalón del menor, sonrió, aun con la ebriedad, pudo abrir ambos pantalones y bajarlos, quedando los dos en bóxer y bajo el de Dipper para dejar a la vista una erección ya formada, dirigió su mirada al rostro del menor que tenía las mejillas sonrojadas y con sudor en todo su cuerpo simulando que estaba con aceite encima, una vista espectacular para él.

Aun con la mirada puesta en Dipper, sujetó el miembro con su mano derecha y empezó a dar lamidas por todo este lentamente, los gemidos no se hicieron esperar, éstos eran temblorosos y entrecortados hasta que metió todo el pedazo de carne en su boca donde cabía perfectamente para luego empezar a subir y a bajar la cabeza. Aprovechando que su compañía estaba distraído en el placer, metió un dedo en el ano de éste quien solo sintió una punzada en su trasero pero no pudo prestarle atención cuando sintió como el otro usaba su lengua, y de nuevo, otro dedo entro en su cavidad pero este le dolió más que hasta una lagrima se deslizó por su mejilla.

—Espera, no metas aun el otro. —Suspiró como si se estuviera preparando mentalmente para la intromisión hasta que sintió un poco más de comodidad fue cuando dio aviso de que podía seguir.

Metió el trcer dedo para empezar a moverlos con cuidado de que a Dipper no le doliera tanto, podía estár borracho pero aun tenía la empatía suficiente como para esperar a que se acostumbrara a sus dedos. Tres minutos pasaron para que el Pines hablará finalmente.

—P-puedes entrar. —Soltó un jadeo cuando sintió como los dedos eran retirados de su ano.

No paso mucho tiempo para sentir fuera de su entrada el pene del rubio y se asustó un poco cuando bajo la mirada para ver ese gran miembro, tragó saliva nervioso pero no dijo nada. Un quejido salieron de sus labios rosados cuando sintió algo mucho más grande que los tres dedos que antes tenía en su interior que entraba despacio, no quería desgarrarlo por un movimiento brusco, ese sería un gran problema si eso pasará, para un inicio, no tenía alfombra para ocultar un cuerpo.

Cuando ya estuvo por completo dentro de Dipper, espero un poco a que se acostumbrara y el movimiento de sus caderas intentando buscar más contacto le confirmo que podía moverse ya. Dio embestidas lentas en un inicio para acostumbrarse a la estrechez que le era proporcionado, pero luego de un par de estás, comenzaron ser rápidas y fuertes, daban fuertes gemidos aunque los de el menor eran interrumpidos siempre por otro gemido, tenía su boca abierta en busca de más aire, por esto, un hilo de saliva caía de la comisura de sus labios y su mirada estába perdida por el grande placer que estaba sintiendo hasta que un gemido más fuerte que los anteriores hizo sonreír al activo con arrogancia y siguió embistiendo ese punto que hacía tocar el cielo al otro.

—¡Ah! ¡Diablos, si! ¡M-más! —Gritaba entre gemidos Dipper, ni siquiera sabía lo que decía.

Se dieron un beso bastante húmedo por la saliva que ahora compartían por sus lenguas que ahora estaban juntas, separaron sus bocas un poco para dejar a la vista solamente sus lenguasbque jugueteaban hasta que se separaron y así dejar un hilo de saliva conectandolos.

Otras embestidas igual de rápidas y fuertes siguieron hasta que Dipper se corrió primero para ser acompañado por el rubio que soltó toda su semilla en su interior llenándolo casi por completo, habían olvidado usar condón pero luego se harían un chequeo por enfermedades de transmisión sexual, ahora solo querían estár sumergidos en el placer.

El rubio siguió dando embestidas pero esta vez lentas para hacer pasar sus espasmos y Dipper sólo gemía por estár tan sensible en esa zona por haberse corrido hace poco.

Cuando los espasmos pasaron, el mayor salió del interior del chico para caer a su lado rendido, se acostó boca arriba y cuando el de ojos marron iba a cerrar los ojos para dormir, sintió como su acompañante lo cargaba un poco para situarlo encima de su cuerpo, iba a quitarse de encima de él pero sus fuertes brazos lo rodearon como si se tratará de un peluche y no le dio importancia, así que cerró los ojos para caer inmediatamente rendido en los brazos de Morfeo.
[…]

El sol se colaba por las cortinas, algunos rayos caían directamente a sus ojos gracias a que ese trozo de tela se movía por las brisas de un otoño que se avecinaba pronto. Se talló los ojos con pereza cuando comenzaba a despertar, sitió algo en su espalda pero pensó que era su gato dormido ya que aveces se subía en el para dormir. Aun boca abajo en algo cómodo y con los ojos cerrados, dirigió su mano a su espalda para tratar de mover absu mascota y así levantarse pero su sorpresa fue sujetar una grande mano que lo sujetaba, abrió los ojos para notar que estaba durmiendo encima de el pecho debun hombre que desconocía o eso suponía, así que movió la cabeza para mirar el rostro del que era su cómoda "cama", miró a un rubio que podía pensar que era natural por sus cejas y pestañas que eran del mismo color, usaba un extraño parche en su ojo izquierdo y respiraba tranquilamente.

"Al menos es atractivo." pensó.

Se movió un poco con cuidado de no despertar al que dormía aun e intento retirar los brazos del hombre, pero fue fallido pues solo consiguió que lo apretara más contra él, se desesperó por elnsol en su cara y el calor que empezaba a tener por estár pegado piel a piel así que tuvo que recurrir a su último recurso: despertarlo.

—Oye, chico rubio. —Le llamó pero cuando vió que este ni siquiera se inmutaba, empezó a picarle el rostro en diferentes partes hasta que por accidente metió su dedo en su nariz y consiguió que se despertará de golpe pero eso causo que se levantará alarmado y Dipper cayera al suelo con un golpe seco. —Auch.

—¿Qué? ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí y desnudo? —Preguntó con duda y alarmado de no saber lo que estaba pasando.

—Soy Mason, Dipper para los amigos. —Respondió mientras se levantaba del suelo con un poco de dolor en sus caderas pero lo soportó, no le importo que el rubio lo viera desnudo, no se avergonzaba de él mismo. —Al parecer, tuvimos un revolcón, Chico del Bar.

—¿Qué?

El Chico del BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora