17 de diciembre de 2017. ¡Todos a punta Cana !

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La semana que pasó me fui de viaje de estudios cón
mi curso a punta Cana. Fue una experiencia increí-
ble, ¡Lo pase tan bién! prefiero resumir todo lo que ocurrió porque sino me voy a poner a escribir un
libro de las aventuras de ignacia Antonia en vez de
un diario.
Me acompañó mi papá, aunque yo me quedé en una habitación con dos amigas. El hotel era increíble: tenía muchísimos toboganes coloridos y piscinas de todas las alturas y formas. Me sentía como en un sue-
ño. Un día fuimos a una fiesta donde él dress Code era
total White y me encantó vestirme así, creía que estaba en una de esas fiestas súper glamorosas y exclusivas.
Los mejores momentos que viví con mis compa- ñeros fue cuando nos bañamos en el mar de noche, aunque no retaron porque eso no se podía hacer, jijiji.
Esa noche también nos quedamos despierto para ver
el amanecer, aunque no pudimos ver nada porque nuestra ubicación en el hotel no tenía acceso a esa imagen de posta que nosotros imaginábamos. Aún
así, fue una noche increíble.
Lo único que se escapó de mi idea de vacaciones soñadas un problemilla que tuve con la comida. Un día fuimos a un tour en un catamarán, recorrimos
La Isla durante toda la mañana. Yo no había tomado desayuno, pero justo alcancé a probar unos pancitos
que estaban en la zona de buffet que, al parecer, habían estado al sol toda la mañana. En este momento no se me ocurrió que era una mala idea comerlos... Pero,
Después, cuando llegué a la habitación, empecé a sen- tir un ruido en el estómago que no me agradó para
nada. Una de mis amigas estaba en el baño y la otra hablaba por teléfono en la terraza. Necesitaba expul- sar lo que estaba causandome ese zumbido extraño,
así que corrí a la habitación de mi papá sin avisarle
a las chicas. Vomité mucho y me quedé reposando
en la pieza de él hasta el día siguiente. Después mis amigas me retaron porque, según ellas, yo desaparecí
de la nada. Tenían razón.
Pero a pesar de mi estado vomitivo lo pasamos
Genial y nadie quería volver a Chile, así que nos que- damos a vivir allá. (Broma. Ya estamos aquí).

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