Acabo de volver de cenar con mi familia en un lugar más o menos elegante y pasó lo que tenía que pasar: les conté a mis papás que volví con mi pololo. No pensé que lo haría en ese momento, simplemente pasó. Mi papá em- pezó a lanzar indirectas cómo {Ya sé que estás con el} y cosas así. Bueno, directo no tiene mucho, ¿Cier-
to? Ya se explique que no les había contado porque quería esperar a ver si resultaba necesitaba estar segura de que él había cambiado su actitud conmigo. Mi herma-no puso a llorar porque él sabía que estábamos juntos y se sentía culpable por no haberle dicho a nadie.
La velada terminó de una manera muy emotiva,
Con todos nosotros llorando. Mi papá me dijo qué
no me prohibiría estar con él, pero que creía que
era lo mejor para mí. Cuando llegamos a Chile, mi
pololo tendrá que ir a mi casa para hablar con ellos.
ESTÁS LEYENDO
Atrévete a soñar
Pertualangancuando empecé este diario tenía clara una cosa: iba a contarlo todo. Mis momentos divertidos, pero también los tristes. Lo bueno y lo malo que me pasará. ¡ Y así lo hice! Nunca imaginé la cantidad de sorpresas que me tenía preparada la vi...