21 de julio de 2017. Aveces en la vida hay que optar

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Hace unos días me contactaron unos chicos tam-
bién hacen videos en  Musical.ly para invitarme a una junta con seguidores qué harán el en parque de las esculturas, en Santiago. Me sentí tan afortunada...
Siempre había querido ir a esas juntas pero me daba
lata llegar de colada. Pese a mi emoción, me costó un poco conseguir el permiso de mis Papá. Decía que
podía ser peligroso, que me podía pasar algo, qué no conocí a la gente que llegaría, etcétera. Al final lo convencí, pero con la condición de que mi mamá me tenía que acompañar.
           Semanas antes, mi polola me había invitado a una fiesta de la productora en la que trabaja. lo único que
me hizo ruido fue que me dijo que yo tenía que
pagar mi propia entrada. Me costó conseguir permiso y no les conté a mis papás ese detalle, así que junte el dinero para la entrada por mi propia cuenta. Cuan-
do faltaban pocos días para la fiesta y la junta en el parque, mis papás me pusieron entre las cuerdas y me hicieron elegir: el encuentro de Musical.ly o la fiesta.
Conversé con mi mamá y me hizo entender que no
debía poner algo qué a mi novio le interesaba por so-
bre lo que para mí era importante. Después de todo,
yo también necesitaba su apoyo en la junta y él no estaría... Lo pensé y decidí no ir a la fiesta.
            Ok, basta de pensamientos tristes. Aquí viene lo bueno. En la junta había demasiada, pero demasiada gente. Muchos de los asistentes me iban a ver a mí y querían sacarse fotos conmigo, y también me daban regalos. No lo podía creer. Debo admitir que me cos-
tó un poco recibir tantos abrazos y cariños, porque no soy una persona precisamente de piel. Es algo en
lo que debo trabajar.
             Me llamó la atención que había un chico con una fila enorme de personas esperando para sacarse fotos con él. {Sería lindo que algún día me pasara eso}, pensé.

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