Confesion I: "estúpido y maldito amor"

63 6 6
                                    

-¿Eres Virgen? -tenía que preguntarme ese idiota de Fabián.
-Sí, por qué, ¿algún problema?
-¿y quieres dejar de serlo? Yo te la quito...
-No gracias. -evadí con ganas de decir sí, tenía miedo.
Ni si quiera se como llegamos a tocar ese tema, era incómodo pero no le quería dejar
de hablar, me gustaba mucho aunque era un simple @*%+€¥&@"*... exacto ya entendieron.
Por un largo tiempo me cree una falsa imagen de él a pesar de que sabía como era porque así lo conocí. Sí, ya saben fui la típica ilusa que creía que el típico absurdo e imbécil la amaba enserio. Creo que todos pasamos por esto alguna vez.
Somos compañeros, se sentaba al otro lado de la sala, pero siempre topábamos miradas, era chistoso, me hablaba mucho y bueno también me coqueteaba, de apodo decidí ponerle "calucho" y solia cantarle: "caliente, caliente, eo, caliente, caliente, oa (bis)".
Pero me ilusioné y a más no poder. Es curioso como cada maldita canción que ponía en el reproductor me recordaba a él.  Como "Adán y Eva", "hipócrita", "¿cuál es tu plan?" Y muchas otras.
Se estarán preguntando qué tiene de malo, suena como típica historia de amor...
Fue en el cumpleaños de un amigo, había alcohol, reggaetón, más amigos y mucha comida, cuando llegue vi que lo molestaban con una tal "Ale". La conocía, va en el colegio, pero, ¿por qué la mencionan?... aaah, ya entendí todo, solo basto con escuchar "¡buena campeón!, ¡te estas tirando a la Ale!" Para que él me mirara con cara de vergüenza y humillación.
Y no, quizás quieran golpearme con un ladrillo pero eso no desmoronó mi amor por el, es más la intensificó, creo que a veces solemos ser masoquistas, amamos el dolor y sufrimiento, deseamos ver cómo tal persona está con otra...

-¿pa' que tan fome nacha?-me dijo al sentarse al lado mío.
No quise responder.
-ah, ahora me ignoras, esta bien.
-hueles mucho a vodka...-dije con desagrado. A pesar de que solo quería besarlo.
-oh, ¿enserio? Iré a comer.
Pero no se movió de mi lado, ahí estuvimos un buen tiempo, me hizo creer que quería estar conmigo y que sus intenciones eran buenas.
Se me acercó y mi corazón se aceleró, nadie nos miraba, era el momento perfecto, algo en mi me hizo alejarme. El solo se paró como si nada pero yo sabía que se molestó, y es obvio no consiguió "agarrarse" una niña esa noche.
A pesar de todo seguimos hablando, todos lo días y a toda hora, se los juro, me gustaba mucho. Que tonta fui.

Confesiones desde mi interior Donde viven las historias. Descúbrelo ahora