Heavy Metal Lover (Txus X José Andrëa)

Bajo mis condiciones

Txus estaba chillando aplastado en un rincón mientras sus amistades trataban de consolarlo y de pedirle una explicaZión.

—Queremos una explicaZión —dijo Frank.

—Cuii cuii —chillidos de marrano triste.

—Deja de llorar perra y mejor dinos que carajos te hizo ese pendejo —musitó Patricia delicadamente.

Txus la miró extrañado y dejó de llorar.
Se secó los mocos y trató de agarrar aire para hablar bien.

—P-p-pues verán —dijo sollozando—. Anoche Leo me forzó a tener sexo con el y entonces me pegó y me llevó a la fuerza al cuarto y me inyectó porque si no iba a ser peor y —empieza a llorar como la Chilindrina—... Y, y entonces yo gimiendolollamejose y entonces elmeagarroymempeOadkanflakakaaaaaggaahaaaa 😭😭👌.

Lloranding.

Frank se hartó y le dió una cachetada.

—Maldita sea Txus reacciona —gritó.

—Ahhh ¿Por qué me pegas Mary c0na?

—Mary c0na tu col4 —contestó—. Mira amor, si nos pláticas bien, a lo mejor y te sacamos de ahí cabrón.

Txus se calmó.
Nuevamente jalo aire pero esta vez si habló bien.

—Leo me drogó con algo. La verdad no tengo idea de que sea, pero me sentí relajado y deshinibido...

—¿Y? —dijo Paty.

—Pues es que en vez de gemir su nombre, gemi el de José.

—Ahora entiendo —dijo Frank.

—Tu tuviste la culpa, perra —dijo Moha.

Txus lo miró extrañado.

—¿Pero por qué? —preguntó haciendo puchero.

—Así como lo oyes mi aricaca —respondió la Moha—. Si hubieras aceptado andar con José nada de esto estaría sucediendo Mary c0na.

—¿Pero yo como iba a saber que José me quería?

—Txus eres un imbécil —dijo Frank.

—Miren. Olvidemos la estupidez de Txus por ahora y mejor pensemos en como ayudarlo. Hay que poner una orden de restricción contra Leo ahora mismo —dijo Paty.

—La narizona tiene razón —mencionó Frank—. J0t4s, vengan conmigo. Hay que ayudar a la perra mayor.

—¡Vamanaaaaaas! —exclamaron todas.

Entonces pues el cuarteto de pvt4s fueron al MP y como es una historia ficticia, pues en chinga hicieron los papeleos y la policía fue y sacaron a Leo de su casa y le avisaron que no podían estar a mas de treZ metr0z de Txus.
Entonces se sintieron alegres y fueron a beber... Aunque fueran las nueve de la mañana.

Y ya, se fueron a sus casitas.

Txus estaba tirado en su cama mirando al techo con las manos sobre su pancita.
Ya eran las seis de la tarde y los rayitos anaranjados atravesaban las ventanas de su cuarto, tornando su habitación de un color marrón rojizo melancólico.

—José me ha demostrado su amor por mucho tiempo —pensó en voz alta—...¿Y si me meto con él?

José estaba en su casa tomando agua de piña con nopal y jengibre con Frank y Carlitos.
Entonces recibió una llamada.

—¿Aló?

—¡Hola José, soy Txus! —dijo nervioso.

—¿¡Txus!? —exclamó emocionad0.