—¿Besaste a dos chicas en un día?—preguntaste con exasperación.
Marcus te contó los eventos de su día loco conociendo a saya y maria (con las cuales él cerró los labios en el lapso de 24 horas)
Él asintió con la cabeza y jugueteó con un rizo suelto que colgaba sin fuerzas frente a sus ojos.
—Maldito chico, qué semental.—felicitaste, aunque en el fondo te sentiste picada de celos.
A pesar de que tú y Marcus han sido mejores amigos durante mucho tiempo, envidiaste a otras chicas, especialmente a aquellas que eran especialmente rudas y populares (y bonitas). Tampoco pudiste evitar sentir que Marcus era increíblemente ingenuo y vulnerable por un tiempo. chico de su edad; parece como si pudiera enamorarse de cualquier chica que le sonriera, excepto por ti.
Se rió entre dientes y dejó escapar un débil "sí".
Apoyaste tu frente contra la de él, cerrando tus ojos, tus manos sobre sus hombros. claro, lo besarías en un abrir y cerrar de ojos, por supuesto que tenías mucha curiosidad, el chico ha besado a muchas chicas en su corta vida y querías saber de qué se trataba todo el alboroto para ti, pero lo que más importaba era usted que cualquier otra cosa fue el hecho de que sobrevivió a su primer día en King's Dominion con vida (apenas).
—¿Y qué? ¿Te han enseñado cómo hacer una poción de amor en tu retorcida escuela de brujería y asesinato de Hogwarts?— bromeaste.
—No, aparentemente soy irresistible.— sonrió a medias y sonrió a medias; no se notaba que estaba evaluando su reacción por el rabillo del ojo.
Le frunciste las cejas y forzaste una sonrisa.
—Sin embargo, no voy a salir con ninguna de ellas. Saya está fuera de mi alcance: es demasiado dura para mí, y Maria tiene mucho equipaje, quiero decir mucho. No son de mi tipo, además de besarse yo.—admitió.
Te lamiste los labios y inconscientemente dejaste escapar un suspiro de alivio.
—sheesh, esa escuela ciertamente tiene muchas mujeres sueltas— bromeaste.
—Oh, cállate, estabas celosa hace un minuto.
Te alejaste un paso de él, con una mirada fulminante en tu rostro. sí, estabas celosa, pero esto era todo lo que harías siempre que alguien te confrontara con tus sentimientos por Marcus López: negar, negar, negar.
—Sí, claro.—rodaste los ojos, pero el chico te hizo azotar. él tomó tus manos y tiró de ti hacia él.
—¿Ni siquiera puedes admitir que eres un poco curiosa, que quieres ver lo que es tan especial sobre mí, ni siquiera para aumentar un poco mi ego?— él sonrió y un poquito de sangre comenzó a brotar de su labio desde donde "chico" le sacó la luz del día antes. Parecía patético, pero de una manera infantilmente gloriosa.
Tu mano instintivamente buscó un pañuelo para limpiar la sangre pero no quedaba nada, así que en lugar de eso, pasaste el pulgar por su labio inferior para limpiarlo.
Su mano agarró ligeramente tu muñeca y con la suya le acercó la cintura hasta que estuvo al ras contra él y gimió ante el contacto inesperado
Tus labios se rozaron y se sintió tentador
inesperado feliz suave y oh tan bien.
Sostuvo su rostro y agarró su camisa, sus lenguas se enredaron y él gimió en su boca mientras le mordisqueaba el labio inferior. sabía a cigarrillos y parches amargos a los niños y, aunque nunca se podía ver a sí mismo enganchado a la nicotina, se podía ver con una adicción irremediable al sabor de sus labios. besarlo te puso aún más celosa, estabas furiosa porque otra chica sabía lo que era, saya y maria palidecieron en comparación con tus labios, él realmente quería besarte.
