II

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Todo estaba tranquilo por el pueblo para ser un fin de semana. El viento frío en un día cálido y muchas familias o amigos salían para disfrutar lo que quedaba de la tarde.

Keku y sus amigas no hacían lo contrario. Disfrutaban dentro de la cafetería su helado puesto en una copa gigante y el cachorro de la nombrada gozaba arriba de aquellas piernas algo gruesas unas croquetas de perro que le compraron en el camino.

Tiene que investigar bien después que comen los lobos, tiene una idea vaga pero quiere informarse mejor junto como lo entrenaría. Si bien los lobos y perros tienen cierto linajes, son muy diferentes en términos de crianza, ella no quería cometer ningún error.

—¿Cómo les fue hoy? —decía Keku mientras comía helado alegremente y le daba las croquetas al lobo— Supe que intentaron bajar sin que las vieran.

—Si, resulta que ya descubrieron nuestra entrada secreta —Sara parecía algo disgustada— tendremos que buscar otra.

—Te dije que hicieras mucho ruido —Secret le dijo con cierta risa— y que no pelearas con ese demonio.

—No me agrado —se encogió de hombros para luego reírse.

—¿Crees que nos dirías otra entrada? —pregunta Secret.

—Oh no, ya me arriesgue mucho al darles esa —dice Keku— tendrán que buscarlas por ustedes mismas.

—Tocaba intentar.

Se estaban divirtiendo con las historias que había hecho la otra hasta que vieron en la tele de la cafetería la siguiente noticia.

"Mujer encuentra a su esposo y ama de casas muertos"

"Esposo mata a ama de casas y luego se suicida"

La noticia ocurrió en la ciudad a 4 horas de aquí y todos comentaban ante la trágica noticia.

—Vaya ¿Qué le habrá pasado para hacer eso? —dijo Sara mientras sacaba helado.

—Hay muchas posibilidades —Keku miró la hora de su celular para luego guardarlo— pero dejó un lindo obsequio.

La joven mostró el rosario en su cuello que hasta entonces estaba oculto.

Sus amigas se quedaron mirando aquel objeto curiosas y con preocupación por su amiga ¿Por qué tenía en su cuello un rosario?

—¿No... —Secret estaba viendo cómo hacer su pregunta— te duele?

—¿Por qué tendría que dolerme? —la joven preguntó algo inocente.

—Pues, eso es un objeto religioso —Secret recalcó la palabra religioso por obvias razones— y tú... vienes del otro lado de la religión.

—Ah, eso —ahora entendía lo que querían decir—me crié en un orfanato religioso y no sé si será por ello pero casi no me afectan las cosas de ellos, hablo de que tendrían que estar muy bien bendecidas para que me hagan algo... no digo que esas cosas no funcionan porque si lo hacen pero soy parte humana y creo que por eso no me afectan tanto.

—Debe haber una razón más valida de que no te cause nada solo por tu parte humana ¿No crees? —Secret estaba preocupada y se notaba.

—Tienes razón y voy a investigar.

—¿Y lo llevaste abajo? —Sara le comía la curiosidad que parece que come esa emoción en vez del helado.

—Si, estuve con suerte 5 minutos ahí abajo con esto.

—Son suficientes para que tu padre lo sepa ¿No crees? —el comentario de Sara hizo que Keku ya estuviera preocupada.

Cómo si lo de Insane ya no le preocupaba para que le dijera a Zalgo, ahora estaba más preocupada por lo que le dijeron. Si es que ya no lo sabía.

La preferida de Zalgo [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora