Creo que lo vi, el rayo verde que sale al ultimo momento antes de que se ponga el sol. El cielo estaba rojo sobre el mar. Se veía hermosa, en serio lo hacia, y cuando dije que la quería, lo decía en serio. Pero a veces toma mas que eso. El amor no falta, no esta ausente, solo esta fracturado, torcido.
"¿Cuánto puede amar un hombre a una mujer?" Esa frase resonaba en mi cabeza. Fue tan espontanea, palabras bonitas, sin significado. Sin significado inmediato al menos. ¿Cuánto podía amarla?, ¿Hasta que punto?
-Te ves linda.
-Tu te ves lindo también.
-¿Te acuerdas de la primera vez que nos besamos?
-Si, me acuerdo. Creo que todos se acuerdan.
-Me gustaría poder besarte por primera vez de nuevo.
-Puedes besarme ahora.
-No es lo mismo, ahora.
Y es verdad, no era lo mismo, jamás podría ser lo mismo. Nuestras primeras veces se nos estaban agotando. Las primeras veces son como balas, implacables, generan un impacto. No puedes dispararlas dos veces.
-¿Quieres una primera vez?, dije luego de un largo silencio.
-¿A que te refieres?
-Podríamos besarnos ebrios...
Solté la idea, nervioso pero entusiasmado. ¿Seria muy distinto? Quizás no cambiaria en nada. Pero quería saber.
-Quiero hacerlo. Hagámoslo, me dijo.
Fui a la cocina. Sentía una energía recorriendo mi cuerpo, quería agitar mis brazos. Estaba emocionado, mas por la complicidad que por la novedad de la experiencia. Me encantaba hacer cosas con ella, me gustaba verla feliz.
Elegí el tequila. Saqué un vaso de shot, medio limón que estaba sobre el mesón, y puse sal en un plato pequeño. Debí haber sabido mejor, pero estaba cegado por esta intensa emoción. Los llevé de vuelta al balcón con Ella.
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Tu eras oro y yo era plata
Romance- DISCLAIMER - Esta historia no la escribí yo, la escribió mi mejor amigo en un viaje que hicimos a la playa con más amigos. Tengo permiso de publicarla, la condición era cambiar los nombres de los involucrados en la historia. La subo porque why not...