Capítulo 3 "Hola Demonio"

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Se deslizó una puerta del sótano, roja y elegante, para dirigir a las jóvenes a un lugar más abajo, para hablar con el mismísimo Satan. Bajaron minuciosamente.
- Vamos Oscar, tenemos que hacerlo, el sentimiento es muy grande y las cosas nos dirigieron aquí, no puede ser casualidad. - le decía al muchacho mientras hacía muecas de que estaba dudando
Al llegar al lugar estaba el diablo con una lista de papeles y un práctico indentificador de huellas digitales.
Este los llamó.
- Paloma Alvarado y Oscar Peñuelas, que los trae para acá?
- Creemos que alguien nos alteró la memoria
- Aja, y eso que tiene que ver conmigo?
- tengo pruebas que indican que tiene que ver con una brujería que salió de por acá.
- bueno...y que quieres que yo haga?
- muéstrame quien interfirió en mi y en el - dijo apuntando a Oscar - y dime que nos hizo!
- muy bien, vamos a ver - dijo el diablo tirando los papeles, agarrando su Mac y checando eso en la base de datos- bueno, aquí tenemos que fue Margoth Gamboa de la realidad pasada, mejor conocida como Markot Aramboa en esta realidad, y sí quieren saber qué les hizo, ocupo que la portante actual de su alma, es decir, Markot, me a apruebe dicha acción.
- entonces Margoth Gamboa sí existé? Y existió? Pensé que era puro cuento, pero, por qué nos afectó a Oscar y a mi? Y lo peor es que siento que debería haber otro afectado, Cora, pero ella no me recuerda a mi
- Si ya no tienes nada mejor que hacer puedes retirarte, perra.

Y se retiraron sin decirle nada al diablo porque no manches, quien se pone al diablo en su contra? Y más si está enfrente de ti jsjs asies.

——

Al día siguiente en la escuela, se encontraban Cora y Markot platicando afuera del salón. Y se les acerca Paloma y Oscar.
- Markot, tú crees en el infierno? - pregunta Paloma
- pues... - a Markot le da una sensación rara, como si ya hubiera conocido ese lugar pero no recuerda haberlo visto - quizás..
- Te animarías a ir?
- Qué?!
- Paloma ve para acá - le dijo Oscar
Y empezaron a hablar a solas
- No puedes llegar así nomás y decirle eso
- Es que ocupo saber qué pasó, ya
- Qué tal si le muestras tu investigación?
- crees que me vaya a creer?
- prueba mostrándosela a Cora, y si ella te cree, de seguro Markot también.

Entonces ambos chicos se acercaron a Cora en la salida, mientras ella estaba guardando sus cosas en la mochila y el salón estaba solo.
- oye, Coralina... este... quieres venir a mi casa a tomar un té?
- ay no puede ser - dijo entre dientes Oscar
- Sí, qué te parece mañana?
- perfecto
- invitamos a Markot también?
- ah... nonono... es que... - Paloma se puso a buscar una excusa- es que es para planear que le haremos de cumpleaños
- su cumpleaños es hasta octubre
- precisamente por eso!
Pero atrás de la puerta, se escuchaba Markot mirando lo que pasaba porque ella estaba esperando a Coralina afuera. Trató de no darle importancia.

Coralina y Markot se pusieron a platicar mientras esperaban el camión
- y... siempre te ha gustado el negro? - interrogó Cora mientras observaba que ese era el color de mayor abundancia en la ropa de aquella chica
- Pues, creo que sí... la verdad es que me hace sentir muy cómoda - se quedó pensando - bueno... aunque esta pulsera me da mucha curiosidad
Markot le señaló una pulsera roja con una tortuga marina.
- Hace poco brilló, y no tengo ni la menor idea de por qué
Cuando Markot mencionó esas palabras, Bianca que estaba cerca escuchando su conversación e ignorando a las chicas cancer que tenía alado, se acercó solo para mostrar que ella tenía una pulsera igual a ella, pero en negro.
- la mía también brilló hace poco - dijo Bianca
- y a mi me llama la atención tener una pulsera roja cuando todas mis demás pulseras son negras - agregó Markot
- Sí, sí, muy bonito, tienen pulseras con tortugas que brillan, wow que especial - Cora se enfadó
- Por qué te enojas? No las compramos juntas - dijo Markot
- De hecho... no recuerdo de donde pude haberla obtenido....
Cora se quedó enfadada, haciendo que el tema terminara hasta ahí y cambiaran la conversación. Al final cada quien se fue a sus casas.

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