Cora se acerca. Sigilosamente, solo se siente cerca usando su celular mientras escucha de que clase de cosas raras y teorías diabólicas hablarán esos dos. Pero algo le sorprende.
- Está bien, escucha, tú tienes un concepto de felicidad, no? - pregunta Paloma a Oscar
- ajá
- y hasta cierto punto, depende de nosotros mismos poder lograrlo, pero... hay muchas cosas en nuestra vida que no recaen solo en ti.
- no entiendo lo que me dices
- Quiero que seas feliz, por lo que me lastima que las cosas no vayan como tú quieres. La mayoría, cosas que tú no puedes controlar, y te afectan muchísimo.
-Paloma, no sé de qué me estás hablando... estoy bien
- Oscar...
- Solo... no me di cuenta, okay? No me di cuenta que aún quería tener esa oportunidad, ese chance de ser aceptado por él, hasta que se fue. No quería admitirlo. Siempre quise su aprobación. Y ahora sé, que nunca la tendré.
Oscar se quedó serio un rato.
Paloma lo abrazó.
- así es como me puedes comentar las cosas Oscar, dime y yo sabré cómo ayudarte. No intentes resolverlas tú solo. No siempre.
- No quiero hacerte sentir mal. No mereces ponerte tú mal por esto. Si puedo evitar que alguien más se preocupe, lo haré.
- fingiendo que estás totalmente bien cuando no? Haciéndome preocupar más y sentir que no puedo ayudar en nada?
- Paloma, tú no podrías entenderlo ni manejarlo
- Claro que puedo, soy un ser humano y he sentido dolor
- Pero no puedes entender MI dolor. Apenas puedes con tu vida.
Tanto Paloma como Cora, quien aún estaba escuchando escondida, se quedaron boquiabiertas.
- Para qué se supone que estoy aquí si no es para ayudarte en tus peores momentos? Se supone que solo soy una chiquilla que entre mentiras e ilusiones sobre la vida debe ser feliz, mientras tú la sufres y evitas ir por ayuda?
Oscar dio un golpe al suelo. Se paró y dijo:
- Se SUPONE que me ibas a AYUDAR, no a decirme cómo debo ser.
Paloma se paró, con los ojos algo húmedos dijo:
- Si solo iba a estar aquí sin poder realmente ayudarte, viendo cómo solo te jodías por las pésimas condiciones que te tocaron, mejor ni siquiera me hubieras pedido que fuera tu novia.
La chica se fue y dejó al joven en blanco.
- No entiendo... - decía Oscar pensando en voz alta - como pasó todo esto... primero estábamos hablando de la felicidad porque ella notaba que yo estaba mal, luego le confesé una parte del dolor que sentía por la pérdida de mi hermano y después... me sentí mal por hacerlo. Y me enoje conmigo mismo por hacerlo, pero le eche la culpa a ella. Tengo que ir a arreglarlo.
Oscar dejó la banca y se fue.
Cora pensó en lo que había sucedido y más que tomarlo como chisme, se lo tomó a pecho.
- puede que haya personas... - pensó- que parece que tienen la mejor vida y que en serio por más que parezca, la verdad no. Suena muy cliché, pero es que en serio no tenemos ni la menor idea de lo jodida que puede ser la vida de una persona... y eso que Oscar se miraba muy normal en la clase de hoy. Como si absolutamente nada hubiera pasado.
Cora marcó a Markot.
- Bueno?
- Markot, te encuentras bien?
- Sí... por qué?
- Nada, solo, quería asegurarme. Te noto algo rara últimamente.
- Ah no, no es nada.
- Segura?
- Sí, segura.
- Está bien.
Al terminar la conversación, Markot siguió con su trabajo. Presionando delicada y suavemente presionó el artefacto filoso con los dedos de su mano, lo hundió y rápidamente cortando la superficie lo movió, hasta que eso dejó una delicada punta fina al final de la línea carmesí que se encontraba verticalmente en una de las venas de su brazo.
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Mi realidad favorita
Fiksi UmumCora y Markot están iniciando el segundo año de universidad cuando conocen a dos chicas chicas raras: una llamada Paloma que las llama por otros nombres y otra llamada Bianca, que Markot siente ya haberla conocido antes... de nacer. Paloma y su novi...