El cazador sale al mundo

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Se puede apreciar a un acorazado con un aura de muerte que dejaba atrás un siniestro bosque pero que a comparación con el caballero parecía un hermoso lugar de no ser por la insana cantidad de cadáveres y sangre de demonios a demás de otras criaturas que tuvieron la mala suerte de enfadar a nuestro protagonista, volviendo con el, tenía una expresión de indiferencia total aunque si estuvieses frente a el no podrías notarlo pues su Yelmo, que tenía bastantes partes puntiagudas y parecía más unas fauces de algún enorme demonio de color negro, sólo dejaba que sus brillantes ojos, carentes de emoción, fueran vistos, el resto de su cuerpo estaba cubierto por piezas a juego todas de color negro brillante pero a diferencias de otras armaduras está era bastante señora a su figura y muy ligera a la vez que parecía estar recién sacada de la herrería, el torso era adornado con varios símbolos antiguos tallados en el acero, las hombreras finalizaba en unos pequeños salientes punzantes al igual que el codo (si este era flectado) y sus manos tenían unos guantes de acero de igual manera negro que tenía varios salientes puntiagudos en los nudillos y en casi todo el dorso de la mano aunque estos estaban levemente inclinados hacia atrás y lo más destacables que te los dedos terminaban en unas cartas muy afiladas que podrían incrustarse sin dificultad en una roca o árbol, permitiendo escalar casi cualquier superficie sin importar cuán lisa sea, también gracias a todos sus accesorios punzantes podría causar fácilmente la muerte a alguien sin necesidad de utilizar ni su magia ni alguna de sus armas, en cuento a su vestimenta inferior era muy similar a la superior también  incluyendo los salientes punzantes, con todo lo anterior dicho también se podía apreciar un manto negro algo rasgado y desgastado que cubría gran parte de su cuerpo este tenía un capucha que no utilizaba. Nuestro caballero negro se dirigía a paso lento en dirección contraria al bosque, pues en este ya no había nada de su interés, por lo que decidió lo de en práctica una habilidad bastanteútil que desarrolló en el bosque y es que tenían una especie de sexto sentido que le permitía sentir la presencia de las armas demoníaca en un radio inmenso, y así guiado por sus sentidos nuestro pequeño caballero que no debería tener más de 10 años comenzó su camino a un rumbo aún desconocido pero si sabía lo que en ese lugar se encontraría, entonces aquel brillo jade que representaba sus ojos parpadeo un momento en un tenue rojo "demonios... No dejaré a ninguno" pensó con odio para seguir su lenta pero imparable caminata

                                          ♤

~dos años después~

Podemos ver a nuestro caballero en una desenfrenada lucha contra varias criaturas mucho más grandes que el, pues si, varios demonios a los que una ciudad rendía culto, intentaban desesperada y salvajemente asesinar al acorazado chico, quien los evitaba como si estuviera en una sencilla danza y en uno que otro momento que veía oportuno asesinaba sin remordimientos a algún demonio que estuviese cerca, cuando escucho el grito de su acompañante, entonces se detuvo de inmediato y suspiro " se acabó el juego... le dije que se mantuviera alejada, pero siempre insiste en estar cerca... se preocupa Demaciado" pensó, el peli-rosa Con ironía y chasqueo sus dedos para que todos los demonios se vieran consumidos por negras llamas, una ves todos estuvieron muertos se desvaneció como un borrón oscuro en una dirección en específico.

En un lugar cercano, una pequeña niña peli-azul con coletas intentaba acercarse al bosque al cual había entrado el que  ella consideraba su dueño, pues el la había salvado hace un poco menos de un año y ella sentía que jamás podría pagarle lo suficiente así  es que decidió acompañarlo y asistirle todo lo que podía en  su viaje "debo asegurarme que Natsu-sama está bien" pensaba la pequeña niña cuando en su camino se encontró con tres demonios los cuales se dirigían el pueblo, que el peli-rosa había destruido antes, para traer algunos niños y comérselos, estos al sentir la presencia de la niña no dudaron en atacar, pues tenían hambre, la niña no era para nada débil, pero su corta edad y sus bajas reservas de mana,  sumado su personalidad tímida y asustadisa la puso contra las cuerdas al ver a las problema criaturas sólo pudo gritar _¡Natsu-sama!_ con las lágrimas apunto de invadir la por el terror, en ese momento recordó lo que el acorazado le había dicho hace algún tiempo _Wendy... Yo no estaré siempre para protegerte, tienes que aprender a perder el miedo, almenos en estas circunstancias_ entonces en un esfuerzo por no decepcionar a su dueño y también maestro, Wendy acumuló si magia en sus puños y con todas sus fuerzas dio un golpe a el demonio más cercano a ella, creando un gran agujero en el pecho de este, pero como antes aclare sus bajas reservas de mana le jugaron en contra, Al utilizar todas sus fuerzas en ese ataque la peli-azul apenas podía mantenerse en pie ahora, pero su maestro también le había enseñado a jamás rendirse, por lo que jamas caería de rodillas ante un enemigo, a pesar de esto la chica ya pensaba que moriría cuando de un segundo a otro los dos demonios fueron cortados a la mitad, y allí estaba, justo frente a ella, su salvador, su maestro, su dueño _Natsu-sama_ dijo mientras usaba todas sus fuerzas para mantenerse de pie, no hubo respuesta del caballero, el cual sólo volteo a ver el demonio que Wendy había asesinado _lo has hecho muy bien Wendy, aún así debemos trabajar bastante en tu resistencia, pero por ahora descansa un poco_ dijo el peli-rosa a la chica casi inconciente tras el, la cual al oír que este la alago sonrió, aunque lo dijo con su característico tono sin emociones y muy frío, el realmente se sentía orgulloso de su compañera, al ver que está caía desmallada la sostuvo con su manto negro para evitar hacerle daño y la cargó hasta un pequeño campamento que habían improvisado antes de que el masacrara al pueblo, Al recordar como en ese pueblo entregaban a niños a los demonios a cambio de un poco de poder, puso una mueca de asco_ Aunque fueran humanos eran incluso peor que esos desagradables demonios_ dijo para si mismo, luego miro a su acompañante, vio las ropas sucias y gastadas de esta y pensó "Está vida de viajes y matanza no es para ella, aún así no pienso dejarla sin asegurarme que está segura... Pero no puedo dejar de lado mi objetivo ¿ que debería hacer... que me recomiendas Igneel?" Dijo en sus pensamientos para luego escuchar la voz de su padre en si cabeza "tal vez podrías unirte a un gremio temporalmente, allí ella estará a salvo y tu al hacer misiones podrás seguir tu misión, aunque sigo diciendo que tendrías que actuarc mas como un niño, recuerda que en cualquier momento puede pasar algo y te arrepentirás de no haber sonreído y de hacer dejado de lado tu felicidad" dijo el gran dragón desde el interior de su hijo " puede que tengas razón, un gremio estaría seguro para ella y cuando ya esté bien adaptada y sepa que puedo confiar en ellos la podré dejar allí para que la cuiden, después de todo mi camino no es para que la gente me acompañe" respondió a si padre, ignorando completamente lo último que este le dijo "eres un caso perdido, cachorro, pero está bien si es lo que quieres que así sea, yo te apoyaré en todo lo que tu decidas, por cierto, cambiando de tema, e estado atento a la marca de acnologia como pediste pero no a estado cerca de nuestro rango como para poder sentirlo" dijo el dragón rojo a su hijo adoptivo "deacuero, gracias Igneel, ahora voy a descansar un momento, por favor despiertame en cuatro horas, sabes que odio dormir más de la cuenta" declaró el acorazado para luego cerrar los ojos, no sin antes quitaré su Yelmo y dejarlo junto a su futon "de acuerdo cachorro"

Natsu Dragneel caballero negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora