¡¿QUE?!

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Me levante del sofá cuando ella dijo mi nombre, solo me quede viéndola un poco y asentí.

- Mucho gusto, soy ____.

Tom la ayudo amablemente a llegar al sofá, no podía creer que ahora esa era Lucille, se veía tan diferente pero era por la gravedad de su cáncer.

No tenía nada que ver con la Lucille que conocí en el hospital, su estado de salud no era bueno, pero se notaba que luchaba por verse mejor. Sus pómulos estaban muy marcados, las clavículas eran sobresalientes, su piel ya era algo pálida, tenia unas ojeras tremendas, estaba demasiado delgada, evidentemente su estado nutricional no era bueno y pues... Ni hablar del inmunológico.

Ella me miró luego de Tom la ayudó a sentarse y luego Tom se llevo a la pequeña Sophie a recostarla o a jugar con ella pero nos dejo solamente a ella y a mi en la sala.

— No tenía el gusto de conocerte, eres más joven de lo que pensé –esbozo una sonrisa tenue– relájate... No te haré nada malo... Claro... Eso lo dice mi estado de salud.

— Lucille... De verdad deseo que te recuperes... Lucha por tu pequeña hija....ella va a necesitar de su madre por muchos años.

Mis palabras salieron como si nada, era como si yo le estuviera dejando a Tom pero también estaban llenas de verdad y sinceridad.

— Muchas gracias por tus palabras, pero yo sé que ya no hay algún remedio para mí, por eso quería verte.

Sus palabras eran suaves, su voz muy tenue, no quería que perdiera energías, eso podría ser malo para su salud, no la odiaba, no tenía razón pero si me incomodaba el estar ahí con ella. Ambas tuvimos sexo con el mismo hombre, a diferencia que ella tiene una hija con el.

—No me conoces, no puedes desear eso así a una desconocida.

— Pero eres la mamá de Sophie, y ella merece tener una mamá que le enseñe muchas cosas, que la proteja, que la ayude... Que le haga feliz.

— Lo se... Y eso me hubiera gustado pero esa no seré yo, ya me resigne a que tengo que morir... Y... No es nada personal con Tom.

— No tienes que darme explicaciones Lucille tus motivos tendrás... De verdad.

— No no no claro que si tengo –me miró y jugo con sus dedos, sus manos también estaban delgadas, casi esqueléticas.

Tom tenía mucha responsabilidad cuidando a la bebé pero también cuidaba de Lucille y entiendo por que se cansaba, atiende a las dos y lo hace lo mejor que puede siempre pensando en el bienestar de ellas.

Mi Tom es un hombre tan bueno.

— Lucille –no sabía que decir y pase una mano por mi cara ¿será que me insultaría?

— Thomas te ama, y eso lo se... No quiero que lo odies, o que le guardes algún rencor.

— Lucille, lo siento tanto si esto te esta lastimando de verdad lo siento.

— Déjame terminar _____ por favor –hizo una pausa viéndome sin quitar su mirada de mi– Tu eres el amor de su vida y eso lo se... Y quiero aclararte todo, si el y yo nos casaremos es por que... El es tan bueno que esta cumpliendo lo que yo quise desde niña, y lo esta haciendo antes de que muera.

Sus la palabras eran hirientes para mí, me afectaban en el sentido de que ella era un ser humano como cualquiera, tenía sus sueños, sus metas, y ahora no podría cumplirlas por causa de una enfermedad grave.

Me dolía que a ella le pasara eso, no por que ella fuera especial para mí si no que me causaba empatía, cualquiera pudiera estar en esa situación... Hasta yo.

SHOW ME [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora