Capítulo 4

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La clase había sido muy divertida y provechosa. Maite se había mostrado relajada y cercana. Había algo en ella que me gustaba mucho y era que a pesar de que era extraordinariamente buena con el pincel no humillaba a los que no fueran tan hábiles. Les corregía sin hacerlos sentir mal, siempre con una sonrisa.

Era increíblemente guapa, llevaba un pantalón de tela muy elegante color azul y una blusa de seda Blanca con un escote que dejaba ver suficiente la comisura de sus pechos. Ahora entendía a Seba y Manuel que no paraban de hablar de ella, pensé que estaban siendo exagerados pero no. Se merece cada halago que escuche el día de hoy.

- Como vas Camino, te noto distraída. - me pregunto Maite con una sonrisa, sabia que me estaba sacando de un trance y no quiso ser mala, no sabía que me estaba pasando la clase entera pensando en ella.

- Disculpe Maite, voy bien... creo - le conteste mostrándole el bosquejo que estaba haciendo, aún que no pude evitar ponerme roja como un tomate.

- Guau Camino es un gran dibujo, tienes mucho talento.

- Gracias - dije sonrojándome entera nuevamente.

Ahí estaba Maite enfrente de mi, mirando mi dibujo. Con una gran sonrisa hasta se fue hacia al puesto de mi compañera de atrás. Cuando pasó cerca de mi silla, con su brazo logró rozar el mío que sintió una pequeña corriente de electricidad e hizo que se me erizaran todos los pelos. Mire hacia atrás para saber si ella lo había notado pero no tuve la suerte que se girara.

Las clases con Maite eran lo mejor que me había pasado en la facultad, entendía todos los premios que se había llevado tenía una técnica exquisita. Y una manera de plasmar sentimientos a su obra como ningún otro artista que haya visto. Creo que todos entrábamos en trance al entrar en el salón. Siempre se palpitaba paz ahí.

Había un magnetismo en ella que cada vez que comenzaba la clase, todos se callaban y la escuchaban, a pesar de que su aspecto siempre era serio. Tenia cierta calidez que nos provocaba comodidad, todos preguntaban sus dudas y recibían consejos sinceros. Hasta el mas tímido dejaba salir sus inquietudes. El primer mes de clase conociéndola había sido fantástico, había logrado aprender muchísimo y esperaba con ansias las horas para poder conversar de arte con ella en cada clase. Sin lugar a duda era conmigo con quien mejor relación tenia. Además era la mas cercana a su escritorio entonces cada vez que tenia dudas me miraba antes a mi. Había logrado destronar a Marta que a ella se le daba natural ser la ayudante de clase.

Un viernes después de su clase, cuando todos habían salido del salón rápidamente como en general pasaba el último día de la semana. Me quede unos minutos más para poder hablar con ella sobre el trabajo de la próxima semana.
- No te vas Camino? - me preguntó

- si, si ya salgo - No me atrevía a quitarle su tiempo, quizás quería salir para verse con alguien. Con su novio o algo.
Pensar en Maite con su pareja hizo que se me revolviera el estómago. Quién sería el afortunado de poder disfrutar de su compañía sin límites. Al final me decidí por no preguntar nada. Era mejor resolver mis dudas la clase del lunes.

- Bueno, que tenga un buen fin de semana Maite - Dije.

Cuando me disponía a cruzar el umbral de la puerta me llamó a su lugar.

- Qué haces ahora camino? Te vas a tu casa ? - me pregunto Maite.

- Ehhh no sé aún. Mis amigos están compartiendo en el área de los estacionamientos. Estaba pensando en ir pero no tengo muchas ganas. - sabía qué haríamos lo de siempre, beber un par de tragos, escuchar música. Y Javier intentando ligar conmigo.

- Tengo una exposición ahora me quieres acompañar? - me pregunto con una timidez que no había visto en ella.

- Enserio? Quiere que yo la acompañe? - fue mi primera reacción pero noté un grado de decepción en su mirada.

- Claro si no puedes no hay problema. Me ha invitado una organización de artistas y me da pereza ir sola.

- Me encantaría, vamos - intente arreglar la situación. No quería que pensara que me estaba obligando, en verdad me moría de ganas pasar un rato con ella.

- Perfecto. Me acompañas primero a mi oficina, tengo que dejar estos materiales. - Caminamos hacia su oficina charlando de cosas triviales. Me confesó que se estaba sintiendo muy sola en la ciudad. Y que se había venido de Paris sólo un par de días antes de entrar a hacer clases.

- Cuando te vas por un largo tiempo, los amigos que tenías en la ciudad ya no son muy cercanos. Así que me ha tocado un mes difícil. - me confesó.

Cuando ingrese a su oficina alucine, era el lugar más maravilloso que había visto, lleno de obras de arte. Con un olor a pintura que me llevaba a las nubes. Muchos colores y muchos lienzos. Me pasaría el día entero en ese lugar apreciando todas las obras que tenía.

- Guau estos trabajos son suyos ? - pregunté todavía alucinando.

- Si, los tengo acá en la oficina porque están arreglando el piso. Ha sido muy raro cambiarme de casa y ya este fin de semana creo que podré llevarme todo al fin.

- Que lastima que se los lleve, me encantaría poder verlos siempre - dije con pena.

- Bueno puedes ir a visitarme a mi casa. - me dijo Maite con inocencia.

Yo no supe cómo interpretar eso, cuando me hizo esa invitación se me subieron los colores. Pensé en que es maravilloso estar a solas con ella y que me gustaba pasar mis horas ahí. Pero en su casa? quizás eso si era mucho atrevimiento de mi parte.

- Si, cuando quieras me invitas y te visito - terminé respondiendo con una falsa calma para que no notara que la pregunta me había hecho sonrojar.

- Bueno listo, Vamos en mi carro. - me dijo

- Tienes coche? Te había visto llegar en taxi solamente. - le pregunté, dejando entre ver que seguía sus pasos por el campus. Ojalá no lo haya notado.

- Me lo han entregado ayer, creo que fue el paso decisivo para confirmarme que me quedo en acá por mucho tiempo. - rio - es un acto de Fe conmigo misma.

Reímos juntas ante su confesión.

- Porque volviste? - pregunté

Dudo mucho antes de darme una respuesta. Había sido una pregunta desafortunada de mi parte al parecer.

- Lo he dejado con mi pareja, me enteré de que fui engañada durante mucho tiempo. No me quedo otra que tomar lo poco de dignidad que me dejo y venirme. No fue fácil pero empezar de cero ha sido lo mejor. Ahora extraño a mis amigos que en realidad eran de ella primero....

Que ha dicho "Ella" ? No debo haber escuchado mal.

- .... en fin he logrado sobreponerme... hemos llegado - me abrió la puerta del coche como símbolo de cortesía - No sabía que las artistas ganaran tan bien - le dije de manera graciosa.

- He sabido invertir muy bien todos los premios y distinciones que me he ganado. Tengo una galería de arte en Paris y pensaba abrir una acá también.

- Enserio? abrir una galería acá sería maravilloso - confesé.

Seguimos conversando de todo un poco, era muy agradable poder conectar con ella de esa manera. Pensaba en lo que estaría haciendo si estuviera con mis amigos. Probablemente estaría huyendo de Javier y vería como Cinta y Emilio se besan todo el tiempo. Estar acá con Maite era mucho mejor. La tarde prometía una velada interesante.

El arte en su máxima expresión (Maitino) (Lesbiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora