Capítulo 48

2.2K 99 36
                                    




Narra Camino

Me llevé a Maite a su habitación, no quería que alguien la viera llorar y menos en el día de su cumpleaños. Estaba todo igual ahí su cama gigante, sus paredes blancas, el ventanal con una pequeña terraza. Sus pisos de madera, un pequeño escalofríos me recorrió la espina dorsal cuando vi la cama perfectamente hecha. Me imaginé con ella ahí, haciendo el amor como antes.

Maite se fue a su baño privado - estas mejor? - le pregunté. Salió

- Si, gracias por todo. Camino... yo, disculpa por esto.

- no te disculpes no pasa nada...

- Si pasa, créeme que no quise encerrarme aquí contigo y alejarte de tu novia. Yo no quiero que ella piense mal o algo así. Discúlpame ...

- Maite, no te preocupes... - quiero aclarar que entre Kate y yo no hay nada serio. - yo ... - unos golpes en la puerta no me dejaron continuar.

- pase... - dijo Maite mirándome con esos ojos de pena.

- Hola, como estas... que paso? - dijo Ive preocupada.

- Nada, no te preocupes... ya estoy mejor-

- Entonces salgamos, hay mucha gente preguntando por ustedes. Incluida Kate - dijo antes de salir del cuarto ambas amigas dejándome ahí. 

Maldita sea, el mundo se conspiraba para que no pudiera hablar a solas con Maite. Salí y efectivamente Kate me buscaba, pero solo quería estar conmigo nada en especial. Por un segundo pensé que me diría que se iba con la pelirroja. En más de una ocasión nos había pasado que íbamos juntas a una fiesta y cada una se iba por separado. Pero no fue el caso.

Las horas pasaban y a pesar que me divertía no pude acercarme a Maite a solas. Así que me conformaba con mirarla de vez en cuando. Aún tenía sus ojos un poco hinchados por llorar, muchas veces me respondía la mirada y me regalaba una sonrisa. Cuando llegaron las doce de la noche, Ive salió con una torta con velas desde la cocina y le cantamos, algunos se dedicaron a abrazar a la cumpleañera. Y Mari se dedicó a subir el volumen a la música indicando que todos debían bailar.

El vino caliente me estaba haciendo efecto, bueno si soy sincera no había sido el vino lo que me había emborrachado. Si no unos Gin tónic que decidí hacerme cuando empezó el baile.

Espere afuera del baño de visitas mi turno pero nadie salía de el. Si se escuchaban voces de una pareja. Alguien al menos lo estaba pasando bien. Se abrió la puerta de la habitación principal.

- Puedes ocupar mi baño si quieres! - me dijo Maite cuando me vio esperando.

- Si? ... No te enojas ? - sonreí

- No, obvio que no. Estás en tu casa.
- Gracias... emmm ahora si que feliz cumpleaños - Me acerqué para darle un beso en la mejilla. Pero no calcule bien y termine dándoselo en la comisura de su boca. Deseaba besarla con todas mis ganas. Me estaba muriendo por dentro del deseo que sentía.

- Gracias Camino.

Nos miramos un instante pero ninguna de las dos atinó a moverse. Así que tome la iniciativa y fui a su cuarto. Ella no me siguió así que entre al baño y estuve unos minutos o quizás horas mirándome al espejo. Pensando en cuan ebria debía estar para atreverme a besarla. Mínimo me faltaban un par de cubatas más en el cuerpo... así que salí del lugar pensando en tomar hasta tener el valor de hablar con ella.

Comencé mi plan, y bebí más que un par de vasos.

- Psss cumpleañera! - le dije - hey cumpleañera!

El arte en su máxima expresión (Maitino) (Lesbiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora