Falling Walls

Duo

-¡Jamás di esa órden!-Steve caminaba hacia el salón del trono

-Pero su majestad trajeron tres prisioneros, listos para trabajar -dijo el guardia

-No importa,yo no quiero prisioneros mientras yo sea el rey -Steve se puso frente al guardia y le dijo-deberias decirle al guardia mayor que su majestad no desea la guerra y mucho menos prisioneros

El guardia bajo la cabeza,Steve lo miro por ultima vez y camino nuevamente hacia su salón del trono que estaba lejos de aquel pasillo.Sam quería decirle algo a su amigo pero sabia que no debía por qué sentía a Steve un poco enojado por las acciones de su ejército

Al llegar al trono los guardias bajaron la cabeza,Steve saludo a todos con un gesto hecho por su mano ,se sentó en el trono de madera con un baño de oro en los descansos y a su lado habia dos leones bañados en oro y sus ojos eran dos jades preciosos

-¿Que pasó?-Steve se dirigió a sus guardias-Yo jamas pedi prisioneros

-Escuche del conde que...

-¡¡Hey!!-exclamo Sam-no hagas caso,por que no ves a los prisioneros que te trajeron y escoges al mejor

-Pero...

-¿Que hará con los prisioneros?-pregunto el niño a Buck en el presente-¿Los matará?

-Espera querido,deja terminó el cuento

El niño asintio feliz y dejo que su padre continuará el relato

-Esta bien,deja pasar a los prisioneros-Steve no estaba muy a gusto con el momento y el guardia le dio la órden a otro que dejara pasar a los hombres

Tres guardias escoltaban a los tres hombres, uno era rubio de cabellos largos y delgado,otro era pelirrojo y cabellos rizados,el hombre que estaba en medio era de cabellos castaños largos y barba, fornido y al parecer no tenía buen carácter

-Puedes escoger a quién tú quieras-Sam le susurraba al oido, puedes hacer lo que sea con él, escoge

-Pero ya te dije Sam,a mi no me interesa tener un sirviente más-Steve miraba al chico de cabellos castaños-aunque ¿podrían dejarme con el?

Steve señalo al castaño, los guardias y Sam salieron de la sala real ,Steve seguia sentado en su trono,el otro chico lo veia con un odio horrible

-¿Como te llamas?

-A usted no le importa

-Yo no quiero que seas mi prisionero, quiero que seas libre

-¿Libre? ¿Entonces por qué me escogió?

-quiero un amigo

El castaño por primera vez se quedó mirando al rey pero el prisionero sintió algo que jamás habia sentido por algo o por alguien...