Un deseo Mundano

la misión II

-levántate-

Exclamó la dama ante el débil zorro el cual apenas y podía cargar con su alma, intento ponerse de pie, pero sus piernas temblaban como espagueti al estar parado obligándolo a caer de rodillas ante el duro suelo una vez más Para después negar con su cabeza al no poder estar de pie. Poniéndose en cuatro patas delante de la joven dama la cual dio una última acariciada a la cabeza del pequeño, tomando su celular de su cinturón el cual ocultaba con el largo vestido negro.

-Sí? Draco, verás tengo un juguete nuevo, pero está algo estropeado ... ¿Y ocupo ayuda para poder llevarlo hasta la casa, vengan lo más rápido posible quieren? -

Dijo con un tono mandón la dama, se cruzó de brazos frente a la mascota, en su rostro se podía ver todas las ideas que tenía para ella, al paso de unos minutos llegaron dos furros pertenecientes a la especie cocodrilo los cuales vestían un traje formal de seda fina el cual tenía bordado § con hilo de oro.

- Este es su juguete señora? -

Exclamo uno de los reptiles mirando a el zorro que apenas y podía estar en cuatro patas.

- Así es, él es mi nuevo juguete, trátenlo bien, vale más que ustedes dos juntos -

Dijo la dama con firmeza aventando las llaves de su coche a el otro reptil, para comenzar a caminar sonando nuevamente el golpe de sus hermosos zapatos y su firme tacón de aguja el cual le causaba un temor desconocido al zorro, el reptil cargo como si nada al zorro en su hombro y se limitó únicamente a seguir a la hermosa dama.

Una vez dentro de la gigantesca mansión la dama se dirigió hacía una habitación lejana en el ala oeste mientras el reptil llevo a el zorro a lo que parecía ser la habitación de la dama pues contaba con una cama gigantesca con una cabecera decorada con rieles de oro y flores de plata , una alfombra bastante fina y algunos aparatos que el zorro no lograba reconocer , el reptil lo llevo hacía una puerta en la pared izquierda de la habitación , la cual tenía unas largas escaleras de bajada , mientras el reptil bajaba el zorro comenzaba a llorar , no tenía ni la menor idea de por qué lo hacía pero no podía parar de llorar sintiendo un profundo miedo dentro de sí , no podía parar de pensar ¿Que pasaría con él ? ¿Su vida mejoraría? ¿Sería un infierno peor? Preguntas que fue calmando dentro de su cabeza viendo a los reptiles los cuales parecían tener buena vida, el inocente zorro pensó que podría terminar como ellos y su vida no sería tan mala, en el sótano se sentía mucho calor, estaba oscuro, era húmedo el lugar parecía abandonado, había telarañas el reptil encendió una vela en la habitación y recostó con cuidado al zorro en el frío suelo.

-Espera aquí hasta que llegue la señora - 

Dijo el reptil para después ir a un baúl y sacar una cobija la cual echaba encima del zorro para cubrirlo y abandonar la habitación dejando al zorro con sus pensamientos y su miedo. Los segundos parecían horas, hasta que escucho la puerta abrirse y los tacones golpeando con los escalones volviendo a sentir el miedo recorrer todo su cuerpo, cada vez el sonido de los tacones se hacía más y más fuerte hasta que por fin el zorro pudo ver sus pies acercándose a él poco a poco y con debilidad levantó su cabeza solo para ver la sonrisa lasciva de aquella dama.